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Ante los últimos datos de gestión de residuos hechos públicos por el Ministerio de Transición Ecológica, la organización reclama medidas para desincentivar el vertido.

Aeversu defiende el papel de la valorización energética de residuos frente al vertedero
Vista aérea de una planta de valorización energética de residuos

Recientemente, el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico hizo pública su Memoria Anual sobre generación y gestión de residuos municipales correspondiente al 2018. De acuerdo con los últimos datos, España generó 22,2 millones de toneladas de residuos urbanos, de los que se reciclaron 4 millones de toneladas. Más de la mitad de estos residuos generados se enviaron al vertedero (53,4%).

Para Aeversu, la Asociación de Empresas de Valorización Energética de Residuos Urbanos, estas cifras no traen buenas noticias para el medio ambiente. «Los niveles de vertido continúan siendo muy altos, y mucho más si realizamos esta comparativa con nuestros vecinos de Europa del Norte, con niveles de vertido inferiores al 3%», afirma Rafael Guinea, presidente de Aeversu. «Si queremos cumplir con la Agenda 2030, se debería ensalzar el valor y la importante función de la valorización energética, no solo por tratarse de un necesario eslabón de la economía circular, sino por el papel que cumple para la sociedad», añade.

Aunque habitualmente se las mete en el mismo saco de tratamiento de eliminación, existe una significativa diferencia entre los vertederos y las instalaciones de valorización energética. Una de ellas es que esta última reduce el volumen de residuos en torno al 96-98%, convirtiendo los que no pueden ser reciclados en energía y calor aprovechable para viviendas e industrias. Por otro lado, y respecto con las emisiones, en Europa los vertederos emiten 58,8 Mt CO2 equivalentes -principalmente en forma de metano-, mientras que las plantas europeas de conversión de residuos en energía actúan como sumidero con unas emisiones netas de Gases de Efecto Invernadero (GEI) negativas, de -3,3 Mt CO2 eq., según aseguran desde Aeversu.

Por todo ello esta organización defiende la valorización energética como la mejor alternativa al vertedero para los residuos no reciclables.

Desincentivar el vertedero

Con el objetivo de situarnos en la línea de los países del norte de Europa y cumplir con la Directiva europea de Economía Circular, Aeversu propone tres ejes en los que trabajar para desincentivar el vertido:

  • Subir las tasas de los vertidos. Actualmente, se está tramitando el periodo de información pública sobre la Orden Ministerial del impuesto al vertido e incineración de residuos a incluir en el Anteproyecto de Ley de Residuos y Suelos Contaminados, una buena oportunidad para empezar a hacer evidentes los costes ambientales reales del vertido de los residuos y poner fin a los vertederos.
  • Prohibir la entrada de determinados residuos al vertedero y, en concreto, el vertido de residuos con alto poder calorífico, por dos razones: ocupan espacio a la vez que contaminan, y tienen gran valor para la conversión energética y para la mitigación del cambio climático como sustitutos de combustibles fósiles.
  • Reducir el porcentaje de residuos que van al vertedero. Para cumplir con la estrategia europea de Economía Circular, Aeversu cree que habría que duplicar el número de instalaciones, así como la oportunidad de implementar y expandir redes de calefacción de distrito urbanas con la correspondiente sustitución de energías fósiles.

“Nuestro compromiso con el medio ambiente es claro, y trabajaremos para la instalación de infraestructuras en nuestro país, por ser esenciales para cumplir con la normativa europea y, por tratarse de una palanca de activación de la economía al generar puestos de trabajo de calidad”, concluye Guinea.

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