El Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente cifra en más de 55.000 millones de euros el coste medioambiental global del uso del plástico en la industria de bienes de consumo, y llama a la acción para reducir, reutilizar, reciclar y rediseñar los productos fabricados con este material, en favor de una economía verde.

Aumenta la preocupación por la amenaza que los plásticos representan para la vida marina. Según dos informes dados a conocer durante la apertura de la primera Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEA), el coste financiero global a los ecosistemas marinos podría ser de 13.000 millones de dólares al año (unos 9.600 millones de euros).

La contaminación del entorno marino representa el mayor coste ambiental del plástico, y probablemente la cifra de 13.000 millones de dólares sea una estimación a la baja

La decimoprimera edición del Anuario del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) se centra en diez asuntos emergentes señalados en informes previos de la última década, incluyendo los residuos plásticos en el océano. El Anuario 2014 del PNUMA proporciona información actualizada sobre cada tema e ideas para la acción. Otros de los asuntos abordados incluyen los impactos medioambientales de un exceso de nitrógeno, la contaminación del aire, la ciencia ciudadana y la acuicultura.

La Valoración de los Plásticos, un informe apoyado por el PNUMA y producido por el Proyecto Divulgativo del Plástico (PDP) y Trucost, aporta un caso práctico sobre la gestión y divulgación del uso del plástico en la industria de los bienes de consumo. El estudio revela que el coste de capital natural del uso de plástico en la industria de bienes de consumo es de 75.000 millones de dólares al año (más de 55.000 millones de euros), calculado como el impacto negativo de la contaminación al ecosistema marino o la contaminación del aire causada por la quema de plásticos.

El informe señala que más del 30% del coste de capital natural se debe a las emisiones de la extracción de materias primas y procesamiento. Sin embargo, dice que la contaminación del entorno marino representa el mayor coste y que probablemente la cifra de 13.000 millones de dólares sea una estimación a la baja.

Reducir, reciclar, rediseñar

Los plásticos juegan indudablemente un papel crucial en la vida moderna, pero los impactos medioambientales del modo en que los usamos no pueden ser ignorados

“Los plásticos juegan indudablemente un papel crucial en la vida moderna, pero los impactos medioambientales del modo en que los usamos no pueden ser ignorados”, dijo Achim Steiner, subsecretario general de las Naciones Unidas y director ejecutivo del PNUMA. “Estos informes muestran que reducir, reciclar y rediseñar los productos que emplean plásticos pueden traer múltiples beneficios para la economía verde: reducir el daño económico a los ecosistemas marinos y a la industria del turismo y la pesca –vital para muchos países en desarrollo–, además de suponer un ahorro y oportunidades para la innovación de las empresas, al mismo tiempo que se reducen riesgos reputacionales”.

Una gran cantidad de plásticos acaban en el océano en forma de basura, procedentes de vertederos mal gestionados, actividades turísticas y pesca. Algunos de estos materiales se hunden en el océano, mientras que otros flotan y pueden recorrer grandes distancias –debido a las corrientes marinas–, contaminando litorales y acumulándose en el océano.

Existen multitud de informes sobre el daño medioambiental causado por el desperdicio de plásticos: muerte o enfermedad de criaturas marinas por su ingestión, como tortugas, delfines y ballenas atrapados, y daños a hábitats críticos como los arrecifes de coral.

También existe preocupación por la contaminación química, la expansión de especies invasivas a través de fragmentos de plásticos y el daño económico a las industrias de la pesca y el turismo en muchos países.

Preocupación por los microplásticos

Desde 2011, cuando el Anuario del PNUMA examinó por última vez los residuos plásticos en el océano, ha crecido la preocupación acerca de los microplásticos (partículas de hasta 5 mm de diámetro, manufacturados o creados con fragmentos plásticos). Se ha visto que estos han sido ingeridos por organismos marinos, incluyendo aves marinas, peces, mejillones, lombrices y zooplancton.

Los microplásticos no suelen ser filtrados durante el tratamiento de aguas residuales y son directamente expulsados en ríos, lagos y océanos

Un asunto emergente es el aumento directo del uso de microplásticos en productos de consumo como las ‘microperlas’ en pastas de dientes, geles y limpiadores faciales, según el Anuario del PNUMA. Estos microplásticos no suelen ser filtrados durante el tratamiento de aguas residuales y son directamente expulsados en ríos, lagos y océanos.

Se han descubierto multitud de microplásticos en las comunidades de microbios del Atlántico del Norte. Esta “plásticoesfera” puede facilitar el transporte de múltiples microbios, patógenos y especies de algas. Los microplásticos también han sido identificados como una amenaza para organismos más grandes, como la ballena franca del norte, que está potencialmente expuesta por su alimentación.

Las tendencias de producción, modos de uso y cambios en la demografía causarán un aumento del uso de plásticos y de ahí que ambos informes pidan a empresas, instituciones y consumidores que disminuyan sus residuos.

El informe Valoración de Plásticos ha descubierto que las compañías de bienes de consumo se ahorran actualmente 4.000 millones de dólares cada año (casi 3.000 millones de euros) gracias a la gestión del plástico, como el reciclaje, y que hay un gran potencial para lograr un mayor ahorro. Sin embargo, el uso de los proyectos divulgativos del plásticos es muy pobre: de las cien compañías evaluadas, menos de la mitad afirmaron tener información sobre el uso de los plásticos.

Calcular la huella de plástico

La investigación revela la necesidad de que las empresas consideren su huella de plásticos, del mismo modo en que lo hacen para el carbono, el agua y los bosques

“La investigación revela la necesidad de que las empresas consideren su huella de plásticos, del mismo modo en que lo hacen para el carbono, el agua y los bosques”, dijo Andrew Ruseel, director del Programa de Divulgación de Plásticos. “A través de medir, gestionar e informar sobre el uso y desecho de plásticos mediante el PDP, las empresas pueden mitigar riesgos, maximizar las oportunidades y ser más exitosas y sostenibles”.

Iniciativas como el PDP y la alianza liderada por el PNUMA sobre la Alianza Mundial por los Océanos Libres de Basura han ayudado a concienciar y conseguir que se aborde el asunto. Sin embargo, todavía queda mucho por hacer.

Algunas recomendaciones del informe para una acción más profunda son:

  • Las empresas deberían controlar el uso de plástico y publicar sus resultados en sus informes anuales.
  • Las empresas deberían comprometerse a reducir el impacto medioambiental de plásticos a través de objetivos y metas claros, e innovar para aumentar la eficiencia del uso de plásticos y reciclaje.
  • Debería haber más campañas de sensibilización para evitar los residuos plásticos y que estos lleguen al océano. Ya está disponible una aplicación que permite a los consumidores saber si un producto contiene microperlas y está expandiéndose internacionalmente. Puede descargarse en http://get.beatthemicrobead.org/
  • Ya que las partículas de plástico pueden ingerirse a través de organismos marinos y potencialmente acumularse y liberar toxinas a través de los alimentos, debería haber un esfuerzo para aumentar el conocimiento y entender mejor la capacidad de varios plásticos para absorber y transferir químicos tóxicos y bioacumulables.

“La valoración del capital natural tiene el poder de ayudar a las organizaciones a entender sus impactos medioambientales, incluyendo la contaminación del océano”, dijo Richard Mattison, jefe ejecutivo de Trucost. “Poniendo un valor financiero a los impactos de los residuos plásticos, las compañías pueden ser más efectivas en la gestión medioambiental de sus negocios. Destacando el ahorro que se deriva de reutilizar y reciclar, poniendo las bases de buenas prácticas para la mejora proactiva de la sostenibilidad”, concluyó.

Foto portada:
katerha en Flickr (cc)

Deje una respuesta

Queremos saber si no eres un bot *