La estimación es que esta nueva planta de compostaje produzca al año entre 3.000 y 4.000 toneladas de un compost de calidad, que cumplirá todos los requisitos y podrá aplicarse al suelo sin restricciones.

Nueva planta de compostaje de Sogama
Autoridades durante la presentación del proyecto de la nueva planta de compostaje de Sogama

La conselleira de Medio Ambiente e Ordenación do Territorio en funciones, Beatriz Mato, se desplazó este miércoles al vertedero de residuos no peligrosos de Sogama en Cerceda (A Coruña) para proceder a la colocación de la primera piedra de la futura planta de compostaje industrial que la compañía pública levantará en este emplazamiento, y que previsiblemente estará operativa el próximo verano.

Esta instalación, que ya venía contemplada en el Plan Gallego de Gestión de Residuos Urbanos 2010-2020 y en la que se invertirán unos 2,4 millones de euros, procesará la materia orgánica procedente de grandes generadores tales como mercados, centros comerciales, restaurantes y hospitales, entre otros.

El objetivo último es que la instalación produzca un compost de calidad que cumpla con todos los requisitos establecidos por la normativa vigente y que podrá ser aplicado al suelo sin restricciones, “sirviendo como un excelente abono para la tierra”, subrayó Mato.

Siguiendo la premisa de la economía circular de “convertir los residuos en recursos” y con la pretensión de propiciar la máxima recuperación de los materiales contenidos en la basura, previamente se clasificarán los materiales susceptibles de ser reciclado –como metales o plásticos-, que serán remitidos a la industria del reciclaje para posibilitar su transformación en nuevos productos. De esta forma, se pretende poner en valor el conjunto de los residuos, bien mediante su reciclaje o bien mediante su compostaje.

OPERATIVA DE LA NUEVA INSTALACIÓN

Con una capacidad para 15.000 toneladas anuales, se estima que la planta producirá alrededor de 3.000 ó 4.000 toneladas de compost cada año. Para que éste cumpla con todos los requisitos de calidad, es necesario que los residuos orgánicos que entren en la misma hayan sido correctamente seleccionados en origen, minimizando así el riesgo de contaminación.

La planta producirá tres tipos de material: rechazo, que no es compost, y que se valorizará; compost de nivel 1, que es el grueso, y compost de nivel óptimo, que es el fino.

Separados los elementos susceptibles de ser reciclados, en una primera fase la materia orgánica se introduce en pilas cerradas con inyecciones de aire durante un período de entre 6 y 8 semanas a fin de que ésta fermente y comience a transformarse en “compost primario”. Posteriormente, se traslada a otras pilas diferentes con volteo y agitación de aire, introduciéndose así en la fase de maduración, que dura entre 6 y 10 semanas. El circuito concluye con el afine final, donde se retiran las partículas pesadas y otros elementos impropios, acondicionando tres tipos de material: el rechazo, que no es compost, y que se valorizará material y/o energéticamente; un compost de nivel 1, que es el grueso; y un compost de nivel óptimo, que es el fino. Ambos compost se pueden aplicar en los suelos para aportarles nutrientes y mejorar su estructura.

AMPLIACIÓN DE SOGAMA

Esta instalación forma parte del proceso de ampliación de la infraestructura industrial de Sogama, un proceso de mejora en el que se invertirán más de 32 millones de euros. La principal actuación será la construcción de una nueva planta para la recuperación de los envases procedentes de la basura en masa. Gracias a ella, la capacidad del complejo se verá notablemente incrementada, pasando de las 550.000 toneladas al año aproximadamente a 1 millón. Esto supone que en el complejo se podrán tratar prácticamente todos los residuos urbanos producidos en Galicia y lo convertirá en el complejo más grande de Europa y uno de los mayores del mundo.

Además, con esta mejora se aumentará la contribución de Sogama al reciclado en un 30% y se disminuirá el vertido en el mismo porcentaje, depositando en el vertedero de Areosa única y exclusivamente aquella fracción que no puede ser reutilizada, reciclada o recuperada material y/o energéticamente.

De esta forma, se continúa contribuyendo a que Sogama sea cada día un modelo “más eficiente, solvente y sostenible, en constante proceso de mejora”. Al respecto, hay que recordar que en los últimos años el complejo alcanzó máximos históricos de eficiencia, al procesar 600.000 toneladas de residuos, un 28% más que en 2009. Además, también se consiguió reducir en un 55% las toneladas de basura que se envían al vertedero y en 2015 se superó por primera vez la cifra récord de 516.000 megavatios/hora, lo que significa que la energía generada en la planta de Cerceda equivale al 12% de la consumida por los hogares gallegos.

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