Danigal Vidrio es la adjudicataria de la recuperación del vidrio clasificado en el complejo medioambiental de Cerceda a partir de la bolsa negra y, con tal motivo, pondrá en marcha, en el lugar de Areosa, una planta de clasificación en la que llevará a cabo un proceso pionero a nivel nacional y europeo que le permitirá extraer 30.000 toneladas de material, que remitirá a Verín.


Debido a malas praxis o simplemente por razones de comodidad, todavía se sigue depositando vidrio en la bolsa negra, que Sogama recepciona en sus instalaciones. Danigal Vidrio es la adjudicataria de la recuperación de este materia, clasificado en el complejo medioambiental de Cerceda a partir de la basura en masa y, con tal motivo, esta firma pondrá en marcha, en el lugar de Areosa, una planta de clasificación en la que se llevará a cabo un proceso pionero a nivel nacional y europeo, que se materializará a través de un cribado inicial, selección por tamaños y extracción del vidrio a través de equipos de clasificación óptica, transportándolo a las dependencias de Verín. El objetivo, según el Director General del Área de Medio Ambiente de la firma, es movilizar en torno a 55.000-60.000 toneladas anuales, recuperando un total de 30.000 toneladas, lo que multiplicaría por dos la cantidad de vidrio recuperado en Galicia, suponiendo una mejora del 5 por ciento en el reciclaje de este material a nivel nacional.

Galicia cuenta con una tasa de recuperación de vidrio de 13 kilos por habitante y año, un porcentaje que se sitúa por debajo de la media española (14-15 kilos), seguramente, argumentó Joaquín Hidalgo,  Director General de la División de Medio Ambiente del Grupo Daorje, “debido a la alta dispersión de la población”, pero llegar a una mayor contenerización para la recogida de envases, resultaría, según Hidalgo, extremadamente caro

Proceso de recuperación de vidrio en la planta de Verín

Danigal Vidrio es una empresa del Grupo Daorje que cuenta con una planta de recuperación de vidrio emplazada desde el año 2002 en la localidad ourensana de Verín. Para hablar de la actividad de esta instalación, el Director General de División de Medio Ambiente del Grupo, Joaquín Hidalgo, fue entrevistado en el programa “Galicia al Natural” de Radio Líder, donde manifestó que la razón para la ubicación de la planta en este municipio obedeció fundamentalmente a que muy cerca se encontraba la vidriera de Xinzo de Limia, lamentablemente hoy fuera de servicio tras echar el cierre.

En la infraestructura de Verín se procesa fundamentalmente el vidrio recogido a través de los iglús verdes, siendo sus clientes las propias vidrieras, tanto de España como de Portugal. Hidalgo recordó que en estos recipientes solo se deben depositar los envases de vidrio, sin tapones ni corchos y, muy importante, lo más enteros posible, ya que de esta forma se facilita su reciclado. Incluso a día de hoy, explicó, se cuenta con iglús que disponen de un sistema antirrotura con tal fin.

Lo primero que se hace en la planta ourensana es depurar el vidrio, es decir, retirar las etiquetas y elementos accesorios, labor que se lleva a cabo de forma manual y automática, utilizando electroimanes para la separación de los metales férricos y corrientes de Foucault para el aluminio.

Acto seguido se tritura el material y se clasifica por tamaños, seleccionando, a través de lectores ópticos lo que es realmente vidrio (el cristal no lo es por contener una gran concentración de plomo, además de otros componentes), pues las exigencias de las vidrieras respecto al grado de pureza del material son muy estrictas. Y es que entre el 3 y el 4 por ciento no es vidrio, haciéndose necesario eliminar elementos impropios tales como cerámica, restos de la construcción y demolición, etc. Finalmente, se clasifica el calcín obtenido por colores: blanco, topacio y verde.

Según el portavoz del Grupo Daorje, a nivel nacional nos encontramos en unas tasas de recuperación de vidrio de 14-15 kilos por habitante y año, lejos aún de las alcanzadas por otros países del entorno europeo. “Podríamos decir que estamos en niveles del 2006 ó 2007”, subrayó.

Considera que el mercado de materias primas secundarias está evolucionando mucho, y ello es así porque el medio ambiente, con gran influencia directa en el PIB, preocupa a todos, pero tiene muchos problemas que todavía no están resueltos. Ejemplo de ello son los países cuya principal fuente de ingresos está en el turismo, un sector que tiene una relación directa con el entorno. Por tanto, quedan muchas cosas por hacer. Las subvenciones de la Unión Europea se acaban y las grandes empresas no están pasando por su mejor momento, pero la tecnología en el área medioambiental está evolucionando de forma exponencial, ofreciendo muchas oportunidades. “Es evidente que estamos ante un cambio de modelo”, sentenció.

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