Los robots, denominados UmiBeach, han sido diseñados específicamente para operar en entornos costeros con alta presencia de usuarios y retirar residuos ligeros, como colillas, plásticos o restos metálicos.

Robots para la limpieza de playas en Santander

La limpieza y mantenimiento del litoral incorpora una nueva tecnología con el despliegue de robots autónomos para la retirada de residuos en playas. La startup española Umibots, en colaboración con la UTE formada por FCC Medio Ambiente e Ingesan, ha iniciado la implantación de estos equipos en el municipio de Santander, en lo que supone una prueba de concepto a gran escala para un sistema automatizado de limpieza de arenales.

Los robots, denominados UmiBeach, han sido diseñados específicamente para operar en entornos costeros con alta presencia de usuarios. A pesar de su reducido tamaño, pueden retirar hasta 25 kg de residuos ligeros, como colillas, plásticos o restos metálicos. Están equipados con un sistema avanzado de cribado de arena y autodescarga, y funcionan de forma completamente autónoma, sin necesidad de supervisión directa, gracias a su IA embarcada, visión artificial y conexión 5G.

La tecnología ha sido testada durante seis meses en la playa de la Malvarrosa (Valencia) y comenzará a operar el próximo 25 de julio en 8 playas de Santander, incluida la del Sardinero. La iniciativa forma parte del contrato integral de limpieza de las 13 playas del municipio, adjudicado por 6,8 millones de euros para cuatro años.

Características técnicas y operativas

El robot funciona mediante energía solar, y puede alcanzar velocidades de hasta 6,5 km/h, con autonomía para trabajar 24 horas incluso en condiciones meteorológicas adversas. Su sistema de navegación integra mapeo satelital, triple detección de obstáculos mediante cámaras y sensores, y una lógica de evasión de objetos (toallas, personas, hamacas o la línea de marea).

Está diseñado para su uso en entornos concurridos sin comprometer la seguridad, gracias a alarmas acústicas y visuales, y un sistema de parada automática. Además, la conexión 5G permite monitorización remota, alertas por hurto y geolocalización.

El objetivo de esta tecnología es reducir la presencia de residuos ligeros, especialmente colillas de cigarrillos, que representan uno de los principales contaminantes costeros. Según datos de la Fundación Aquae, una sola colilla puede contaminar entre 8 y 10 litros de agua marina y tarda más de una década en degradarse.

España, con más de 8.000 km de costa y más de 3.500 playas, invierte más de 3.000 millones de euros anuales en mantenimiento del litoral, de los cuales cerca del 50% se destina a tecnología. El coste de cada unidad UmiBeach se sitúa en 50.000 euros, por lo que una extensión nacional del modelo —estimada en unos 150 millones de euros— supondría apenas un 10% del presupuesto tecnológico actual.

Complementar los sistemas actuales

El despliegue de UmiBeach representa un cambio de paradigma en la gestión de residuos costeros, tradicionalmente basada en maquinaria pesada o brigadas manuales. Su incorporación no sustituye al sistema actual, sino que lo complementa en tareas específicas donde la precisión, la autonomía y el bajo impacto ambiental resultan determinantes.

La experiencia de Cantabria podría servir como referencia para extender esta solución a otras regiones del litoral español, contribuyendo al cumplimiento de los objetivos de sostenibilidad, economía circular y reducción de residuos tóxicos en entornos naturales protegidos.

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