Investigadores del IPN planean convertir en biogás las 780 toneladas de residuos orgánicos que genera cada día la Central de Abastos de la Ciudad de México.

Los investigadores quieren instalar un biodigestor para convertir los residuos orgánicos en energía en forma de biogás
Interior de la Central de Abastos de Ciudad de México, donde se aprovecharán los residuos para producir biogás. Foto: Mauro Parra-Miranda (cc)

Investigadores del Instituto Politécnico Nacional (IPN) de México planean convertir en gas y electricidad las 780 toneladas de residuos orgánicos que diariamente genera la Central de Abasto de la Ciudad de México, para contribuir a reducir la contaminación, obtener importantes ahorros económicos y lograr la sostenibilidad energética del mercado más grande de América Latina.

Se trata del proyecto multidisciplinario denominado “Ingeniería básica para un biodigestor anaerobio con una capacidad de 50 ton/día de la fracción orgánica de los residuos sólidos que se generan en la Central de Abasto del Distrito Federal”, dirigido por el doctor Luis Raúl Tovar Gálvez, especialista del Centro Interdisciplinario de Investigaciones y Estudios sobre Medio Ambiente y Desarrollo (CIIEMAD).

Dicho proyecto comprende la realización de un estudio de viabilidad, así como el diseño y desarrollo de un biodigestor anaerobio para dar tratamiento a ese tipo de residuos mediante su conversión en biogás.

De acuerdo con los cálculos realizados en el marco de la investigación, el biogás potencial que se generaría al año mediante el biodigestor puede representar 285.000 toneladas de residuos orgánicos que no irían a vertederos y, por lo tanto, una considerable reducción de la contaminación.

Actualmente los residuos orgánicos de este mercado se depositan en vertederos de los estados de México y Morelos, lo que implica gasto de combustible para su traslado diario y la generación de dióxido de carbono (CO2), que contribuye al calentamiento global y al incremento de la huella de carbono.

De aprobarse la instalación del biodigestor, se aplicaría estratégicamente en tres etapas; se comenzaría por procesar 50 toneladas, después 120 y posteriormente 180. El escenario deseable es que se dé una gestión integral de los residuos sólidos en la Central de Abasto.

Factores económicos, tecnológicos y sociales

Por la necesidad de contar con una visión interdisciplinaria, se han analizado también la parte social y económica, a través de un estudio titulado “Factores económicos, tecnológicos y sociales que determinan el manejo integral de los residuos sólidos municipales en la Central de Abasto en el marco de la construcción de un biodigestor que produzca biogás”, a cargo de José Gilberto Reséndiz Romero, del Centro de Investigaciones Económicas, Administrativas y Sociales (CIECAS) .

Reséndiz Romero, catedrático de la Maestría en Docencia Científica y Tecnológica del CIECAS, señaló que el proyecto es ampliamente viable; de hecho, las autoridades del Gobierno del Distrito Federal han mostrado su interés por la generación de energía a partir de la fracción orgánica de los residuos sólidos urbanos a través del digestor anaeróbico.

El responsable de la investigación aseveró que “el modelo de abasto se ha replicado y con ello la producción de basura, si ésta se utilizara para la generación de energía, en el entendido que en toda la república hay 60 centrales de abasto, entonces resolveríamos el problema de la contaminación en forma racional porque estaríamos generando energía”.

Por ello, consideró que se requiere mirar a futuro, y la idea es que el biodigestor se instale en la Central de Abasto de Iztapalapa y se replique paulatinamente en otras centrales de abasto del país.

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