El proyecto REFRESH trabaja para contribuir a la reducción del desperdicio alimentario en la UE en un 30% para el año 2025.
Según cifras de la Comisión Europea, cada año se tiran en Europa 100 millones de toneladas de alimentos, y esta cifra podría ser de 120 millones en 2020. Se calcula que los recursos alimentarios que se pierden o se derrochan podrían ser suficientes para alimentar dos veces a todas las personas que sufren hambre en el mundo. El desperdicio alimentario es, además, el tercer emisor de carbono en el conjunto de países de la UE.
El CREDA (Centro de Investigación en Economía y Desarrollo Agroalimentario del IRTA y de la UPC) es uno de los socios del proyecto REFRESH (Resource Efficient Food and dRink for the Entire Supply cHain), financiado por la Unión Europea dentro del programa Horizon 2020. Su objetivo es producir un conocimiento científico amplio que permita analizar las claves del desperdicio alimentario en todas las etapas de la cadena de valor y diseñar estrategias prácticas de reducción para el futuro.
REFRESH trabaja para contribuir a la reducción del desperdicio alimentario en toda la UE en un 30% en el año 2025, reducir los costes de gestión de residuos y maximizar el valor del desperdicio alimentario inevitable y del material de embalaje.
Proyecto piloto en España
España es uno de los cuatro países pilotos del proyecto, junto con Hungría, Alemania y los Países Bajos. En el marco del proyecto, el CREDA trabaja en un estudio cualitativo de las prácticas, las percepciones y las motivaciones de los consumidores en estas regiones, al tiempo que analiza la comprensión de la información de los envases y la aceptación de los residuos alimentarios como subproducto. Además, está recopilando datos cualitativos con una metodología común para comprender el desperdicio en los hogares en su totalidad.
Paralelamente, el proyecto prevé crear una plataforma compuesta por los actores clave de la cadena agroalimentaria (productores, distribuidores, industria, entidades sociales, asociaciones de consumidores e instituciones públicas), que junto con los resultados de los proyectos piloto, servirá para elaborar un protocolo de actuación que se pueda aplicar a nivel europeo.
El proyecto, que empezó hace un año, aborda la problemática del desperdicio alimentario desde una perspectiva interdisciplinar (política, economía, comportamiento de los consumidores, medio ambiente, comunicación, etc.) y tiene el año 2019 como fecha final en la que se publicarán los resultados definitivos. REFRESH reúne 26 centros de investigación y consultorías de 12 países europeos y China.
El proyecto piloto que se está desarrollando en España incluye una variedad importante de organizaciones del sector, administración y asociaciones, como son Mercabarna, Espigoladors, Banc d’Aliments, ARC (Agència de Residus de Catalunya), AMB (Àrea Metropolitana de Barcelona), PAA (Plataforma Aprofitem els Aliments), ADICAE (Asociación de Usuarios de Bancos Cajas y Seguros), FIAB (Federación Española de Industrias de la Alimentación), ASEDAS (Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados), FCAC (Federació de Cooperatives Agràries de Catalunya), AECOC (Asociación de Fabricantes y Distribuidores) e HISPACOOP (Confederación Española de Cooperativas de Consumidores y Usuarios).