Esta iniciativa financiada por los fondos Next Generation pretende convertir los efluentes residuales y subproductos de la transformación de pescado en bioplásticos.
Mediante el uso de biotecnología, el proyecto BIOCENPLAS pretende demostrar que los efluentes residuales y subproductos generados por la Industria transformadora de la pesca (conserveras, cocederos, productos elaborados, congelados…), cuyo tratamiento supone un coste económico y social, son potenciales materias primas para la producción de materiales biodegradables aplicables como sustitutos del plástico tradicional.
Liderado por ANFACO-CECOPESCA, la finalidad del proyecto BIOCENPLAS -acrónimo de Biorrefinería centralizada para la valorización de efluentes del sector transformador de pescado en forma de bioplásticos- es aprovechar los residuos orgánicos (tanto sólidos como líquidos) que genera esta industria para obtener bioplásticos, concretamente polihidroxialcanoatos (PHA).
El sistema biotecnológico propuesto busca contribuir a mejorar la sostenibilidad del sector disminuyendo la producción de residuos y el consumo energético. Este consiste en que, en una primera etapa, la materia orgánica del residuo se convierte en ácidos grasos volátiles, que son el alimento del cultivo microbiano y permiten acumular el biopolímero en el interior de las células microbianas. Dicho biopolímero, una vez extraído de la biomasa acumuladora, será convertido a un bioplástico para ser utilizado como material alternativo a plásticos convencionales de amplio uso en alimentación como el polipropileno (PP) y polietilenos (LDPE y HDPE).
Es importante resaltar que la principal ventaja de este proceso es que los bioplásticos producidos se pueden gestionar junto con otros residuos orgánicos ya que se degradan en el medio ambiente en pocos meses, al contrario que los plásticos convencionales, que pueden necesitar cientos de años para completar el proceso. La sustitución de los plásticos convencionales por bioplásticos reducirá significativamente el impacto ambiental actual de estos materiales produciendo también un beneficio social.
En la actualidad, ya se están generando PHA de otros subproductos como los agrícolas, esto es, a partir de carbohidratos; sin embargo, aquí radica la novedad de BIOCENPLAS, ya que se trata de generar biopolímeros a partir de corrientes más ricas en proteínas, como son las de residuos de pescado, por lo que la composición final de biopolímeros será distinta y por tanto sus potenciales aplicaciones también.
El proyecto, cofinanciado por la UE mediante los fondos de resiliencia Next Generation, comenzó el pasado 30 de diciembre y cuenta con un consorcio formado por Cetaqua, Centro Tecnológico del Agua, e investigadores del Centro Interdisciplinar de Investigación en Tecnologías Ambientales (CRETUS) de la Universidad de Santiago de Compostela (USC).