32 pymes europeas han participado en el proyecto LCiP (Life Cycle in Practice) para reducir el impacto ambiental de sus productos y servicios aplicando el Pensamiento de Ciclo de Vida.
El «Pensamiento de Ciclo de Vida» agrupa conceptos como el Análisis de Ciclo de Vida (ACV), el ecodiseño o el etiquetado ambiental. Estos criterios se utilizan cada vez más en las empresas y pueden dar respuesta a algunos de los retos a los que se enfrentan los diferentes sectores económicos. A través del Pensamiento de Ciclo de Vida, las empresas pueden utilizar más eficientemente los recursos y reducir el impacto ambiental de sus procesos, productos y servicios, haciendo frente a las exigencias legales y comerciales.
En este contexto, 32 pymes del norte de Francia, Valonia (Bélgica), Portugal y País Vasco han demostrado los beneficios ambientales y empresariales derivados de la aplicación práctica del Pensamiento de Ciclo de Vida en sus empresas, en el marco del proyecto europeo LCiP (Life Cycle in Practice).
El proyecto ha constituido una oportunidad única para reducir el impacto medioambiental en todo su ciclo de vida de los productos y servicios en tres sectores concretos: la construcción, las energías renovables y el reciclaje.
Para Grégoire Destailleur, de la empresa francesa Roll Gom, dedicada a la fabricación de ruedas a partir de caucho reciclado, «el Análisis de Ciclo de Vida ayuda a promocionar el reciclaje de productos cuya posibilidad de ser reciclados era desconocida».
Arnaud de Coninck, de la empresa belga RubberGreen, que fabrica diversos productos con materiales reciclados, asegura que «el Análisis de Ciclo de Vida puede ayudar a identificar problemas y definir las mejoras a realizar, y además, puede ser un argumento comercial o incluso llevar a un etiquetado medioambiental«.
En la misma línea se expresa Marta González Cavia, del estudio de arquitectura y urbanismo G&C, con sede en Loiu (Bizkaia), para quien el Pensamiento de Ciclo de Vida “también es una forma de posicionarse y de diferenciarse con respecto a lo generalizado».
Por su parte, Ibone Rodriguez, de la empresa Zunibal, con sede en Derio (Bizkaia) y especializada en el desarrollo de productos electrónicos para su aplicación en el sector marino, afirma que a través del ACV «lo que buscamos es aportar un valor añadido a los productos, con un reconocimiento ambiental, que nos ayude a entrar mejor en el mercado y a diferenciarnos de los competidores».
Centro de recursos online
Cofinanciado por el programa LIFE + de la Comisión Europea, el proyecto Life Cycle in Practice (LCiP) está coordinado por cd2e en el Norte de Francia, GreenWin en Valonia, Prospektiker en el País Vasco y el Laboratorio Nacional de Energía y Geología (LNEG) en Portugal.
Estas organizaciones han establecido en sus regiones unas redes de «LC Champions», que a su vez han sensibilizado, capacitado y acompañado a estas 32 pymes a través del coaching personalizado.
Además, el proyecto LCiP ha desarrollado un centro de recursos multilingüe online. Se trata de poner a disposición de todo el mundo los recursos estratégicos (herramientas, módulos de formación, casos de estudio, documentos de referencia, directorio de organizaciones y redes…) para facilitar y promover la puesta en práctica del Pensamiento de Ciclo de Vida.
«La pyme quizá tenga unos recursos más reducidos y al poder acceder online, desde sus propias instalaciones a este centro de recursos, creo que es una herramienta que las pymes van a valorar positivamente», afirma Francisco Campo, de la firma especializada en ecodiseño IK Ingeniería.