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Subproductos de pasta, cortezas de pan, levadura usada y raíces de malta de la producción de cerveza se reintegrarán a la cadena de alimentos mediante un proceso de reciclaje.

Proteínas alimenticias a partir de residuos de pasta, pan y cerveza
Subproductos de la producción de pasta se reintegrarán en la cadena alimenticia en forma de proteínas

Un nuevo y revolucionario proyecto de la UE, denominado Smart Protein, se pondrá en marcha en 2020 para crear una gama de innovadores alimentos de origen vegetal con nuevas proteínas, a partir de subproductos de pasta, pan y cerveza.

Las nuevas proteínas de origen vegetal del proyecto Smart Proteín, que está financiado por la Comisión Europea, incluirán carnes, pescado, mariscos, queso, fórmulas infantiles y otros productos lácteos, así como productos horneados, todos ellos basados en plantas. Se espera que la primera ola de producto salga al mercado alrededor de 2025.

El objetivo principal del proyecto es ayudar a crear suministros a prueba de futuro, mediante la creación de proteínas alternativas, sostenibles y nutritivas. De este modo se daría una respuesta directa a algunos de los desafíos más importantes a los que se enfrenta el planeta, incluido el cambio climático y la seguridad alimentaria mundial.

Residuos de pasta, cortezas de pan, levadura usada y raíces de malta de la producción de cerveza se reintegrarán a la cadena de alimentos mediante un proceso de reciclaje. También se desarrollarán nuevos productos a partir de plantas como habas, lentejas, garbanzos o quinoa, pero enfocándose en mejorar su estructura y sabor.

“Smart Protein responde a un toque de atención: las fuentes alternativas de proteínas son vitales para enfrentar los desafíos urgentes que plantea el sistema alimentario mundial en términos de destrucción ambiental, cambio climático, seguridad alimentaria y salud pública”, advierte Verena Wiederkehr, directora internacional de Alimentos, Industria & Retail de ProVeg Internacional, una de las organizaciones que colaboran en el proyecto.

“El proyecto Smart Protein reconsidera toda la cadena de valor de la proteína, desde la producción hasta el consumo, utilizando técnicas y procesos innovadores nunca antes desplegados a esta escala para el consumo humano”, añade Wiederkehr.

33 socios de 21 países

“No se puede subestimar el posible impacto positivo de Smart Protein para el planeta y para nuestro suministro de alimentos. Al usar subproductos y residuos, que generalmente se emplean para la alimentación animal, para producir alimentos deliciosos y ricos en proteínas, estamos dando grandes pasos hacia la alimentación de una población en rápido crecimiento”, apunta Emanuele Zannini, jefe de investigación de la Universidad de Cork y coordinador principal de Smart Protein.

Un total de 33 socios de la industria, la investigación y el mundo académico de 21 países diferentes, incluido España, colaboran en el proyecto, que es dirigido por la Facultad de Ciencias de la Alimentación y Nutrición de la Universidad College Cork de Irlanda. Entre los principales colaboradores se encuentran Fraunhofer, la Universidad de Copenhague, ProVeg Internacional, Barilla, Thai Union, la española Intia o AB InBev.

Smart Protein está dotado con un presupuesto total de 9,6 millones de euros, de los cuales 8,2 millones provienen de la Comisión Europea. La duración del proyecto será de cuatro años, a partir del 1 de enero de 2020.

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