El acuerdo contempla alcanzar ese porcentaje para 2050 y descarta considerar ecológicos los combustibles derivados de cultivos alimentarios, palma y soja.

Acuerdo europeo para aumentar el uso de combustibles sostenibles

Un acuerdo provisional, alcanzado el pasado martes por la noche entre los negociadores del Parlamento Europeo y del Consejo sobre las normas RefuelEU Aviation, establece la cuota mínima de combustibles de aviación sostenibles que deben estar disponibles en los aeropuertos de la UE, para reducir las emisiones y garantizar que la UE sea climáticamente neutra en 2050.

Los eurodiputados lograron un acuerdo para que, a partir de 2025, al menos el 2% de los combustibles de aviación sean ecológicos, porcentaje que aumentará cada cinco años: 6% en 2030, 20% en 2035, 34% en 2040, 42% en 2045 y 70% en 2050. Además, una proporción específica de la mezcla de combustibles (1,2% en 2030, 2% en 2032, 5% en 2035 y progresivamente hasta alcanzar el 35% en 2050) debe comprender combustibles sintéticos como el e-queroseno.

Según el acuerdo, el término «combustibles sostenibles para la aviación» incluirá los combustibles sintéticos, determinados biocombustibles producidos a partir de residuos agrícolas o forestales, algas, biorresiduos, aceite de cocina usado o determinadas grasas animales, y carburorreactores reciclados producidos a partir de gases residuales y residuos plásticos.

Los eurodiputados se aseguraron de que los combustibles basados en cultivos para piensos y alimentos y los derivados de materiales de palma y soja no se considerarán ecológicos, ya que no se ajustan a los criterios de sostenibilidad. También consiguieron incluir el hidrógeno renovable como parte de la combinación de combustibles sostenibles, una tecnología prometedora que podría contribuir progresivamente a la descarbonización del transporte aéreo.

Etiqueta ecológica para los vuelos

Para seguir promoviendo la descarbonización del sector de la aviación e informar al público, los eurodiputados garantizaron que a partir de 2025 habrá una etiqueta de la UE para el rendimiento medioambiental de los vuelos. Las aerolíneas podrán comercializar sus vuelos con una etiqueta que indique la huella de carbono prevista por pasajero y la eficiencia de CO2 prevista por kilómetro. Esto permitirá a los pasajeros comparar el comportamiento medioambiental de los vuelos operados por distintas compañías en la misma ruta.

Los eurodiputados también lograron convencer a los Estados miembros de la UE para que destinen todos los ingresos procedentes de las multas por incumplimiento de las compañías aéreas, los aeropuertos o los proveedores de combustible, a la investigación y la innovación para reducir la diferencia de precio entre los combustibles sostenibles y los convencionales.

El ponente del Parlamento Europeo, el español José Ramón Bauzá, aseguró que «con este reglamento, la descarbonización de la aviación está más cerca».

El acuerdo informal aún debe ser aprobado por el Comité de Representantes Permanentes del Consejo y la Comisión de Transportes y Turismo del Parlamento, y después por el Consejo y el Parlamento en su conjunto.

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