Ante el auge de esta actividad ilícita, la Organización de Consumidores y Usuarios ha elaborado un listado de las entidades autorizadas en las capitales de provincia para instalar contenedores específicos para el reciclaje de ropa usada.

La OCU alerta ante la proliferación de "contenedores piratas"
La OCU ha elaborado un listado con las entidades autorizadas a instalar contenedores de ropa. Foto: RESIDUOS PROFESIONAL

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha elaborado de un nuevo informe destacando la importancia de depositar la ropa que desechamos en contenedores autorizados, y advierte del peligro de confundirlos con muchos otros que son “contenedores piratas, que se hacen pasar por una ONG, pero cuyo único fin es el ánimo de lucro”.

Según estima la OCU, cada contenedor de ropa usada puede generar fácilmente 3.500 euros al año, como resultado de venderla luego por tiendas y puestos de segunda mano en países de África y Europa del Este. De ahí la proliferación de estos contenedores piratas, disfrazados de ONG.

Evidentemente, para los ciudadanos no es fácil distinguirlos, salvo que sepan cuáles son los contenedores autorizados para el reciclaje de ropa en cada ciudad.

Con el objetivo de facilitar la identificación de los contenedores correctos, esta organización ha elaborado un listado de las entidades autorizadas en cada capital de provincia para la instalación de los mismos en la vía pública.

La OCU hace además una serie de reclamaciones a las autoridades competentes en esta materia:

  • Promoción de la recogida de ropa usada en todos los municipios desde sus Ayuntamientos, para que toneladas de ropa y zapatos, de los que aún puede obtenerse un beneficio, no acaben en los vertederos.
  • Retirada de los contenedores piratas. Se trata de un negocio ilegal que mueve millones de euros al año y que perjudica a las entidades autorizadas, sean ONG o empresas de reciclaje, al tiempo que supone un fraude a las expectativas de los ciudadanos.
  • Inclusión de cláusulas sociales en los contratos de autorización a las empresas de reciclaje, como por ejemplo la creación de empleo entre personas en riesgo de exclusión. La OCU argumenta que, dado que los consumidores no recibimos dinero por la ropa que donamos, por lo menos que sirva para ayudar a los ciudadanos con más necesidades.

 

Deje una respuesta

Queremos saber si no eres un bot *