La moda rápida ahoga al sector británico de la reutilización y el reciclaje de textiles

La ropa de baja calidad inunda el mercado con graves impactos sobre las empresas de reutilización y reciclado, que reclaman a la industria de la moda que adopte modelos de negocio más circulares, con prendas más duraderas, programas de responsabilidad ampliada del productor, ecodiseño y contenido reciclado.

El último informe de la ONG británica Waste and Resources Action Programme (WRAP) sobre la situación del mercado textil revela que el Reino Unido compró 1,42 millones de toneladas de productos textiles en 2022. Ese mismo año, el país generó casi exactamente la misma cantidad de ropa desechada: 1,45 millones de toneladas de textiles usados.

Las estimaciones más recientes de la organización revelan que, sólo en Inglaterra, 613.000 toneladas de residuos textiles domésticos postconsumo se eliminaron a través de los contenedores de basura, sin posibilidad de recuperarlos. El 84% de ese material se incineró para producir energía y el 11% se envió a vertederos. Esto supone una preocupación clave para una industria con ambiciones de economía circular.

WRAP advierte de que se está gestando una tormenta perfecta, con la llegada de más ropa postconsumo al mercado de segunda mano y la presencia de más moda rápida y artículos de baja calidad que repercuten en la rentabilidad de los mercados que comercian con ropa y textiles de segunda mano. Advierte de que el Reino Unido no dispone de infraestructuras suficientes para acoger toda la ropa y los textiles que se desechan y que las organizaciones de reciclado y reutilización necesitan apoyo urgente para evitar el envío de residuos textiles a los vertederos. También subraya la necesidad de mejorar el diseño para que la ropa sea más duradera.

Los datos de WRAP muestran que las cifras de consumo de textiles han vuelto a acercarse a los niveles anteriores al Covid, lo que significa que el Reino Unido consume más ropa por cabeza que cualquier otro país de Europa. La magnitud de los textiles usados en el Reino Unido es muy preocupante.

Impacto en el sector

Tradicionalmente, la responsabilidad de encontrar nuevos mercados para los productos textiles usados (así como para las existencias textiles preconsumo, como las no vendidas, los excedentes y las existencias y devoluciones defectuosas/dañadas), se ha dejado en manos del sector de la reutilización y el reciclaje.

El sector que recoge y manipula textiles usados es muy pequeño, y el último informe de WRAP muestra que el valor de los textiles recuperados de los bancos textiles y las tiendas benéficas ha caído masivamente en la última década. Las cifras de 2023 se situaban al cambio en poco más de 200 euros por tonelada para los bancos textiles y casi 300 euros para las tiendas benéficas, mientras que una década antes, las cifras de 2013 eran más del doble, 475 euros por tonelada, para los bancos textiles, y significativamente superiores, 505 euros, para las tiendas benéficas.

El sector de la reutilización y el reciclaje sugiere que la caída de los precios se debe principalmente al elevado volumen de ropa de menor calidad.

Además de las recientes advertencias del sector y la dinámica actual del mercado, las empresas de reutilización y reciclaje han estado luchando con productos de menor calidad, el aumento de los costes operativos y la reducción del acceso a la mano de obra, lo que hace que sea cada vez más difícil para las empresas sobrevivir.

Harriet Lamb, consejera delegada de WRAP, ha declarado que «todos compramos demasiados artículos nuevos y luego tiramos demasiada ropa al cubo de la basura, destinándola al vertedero o a la incineración. Se trata de recursos valiosos, no de residuos. Deberíamos donar a tiendas benéficas que dependen de los ingresos, vender en el comercio electrónico, reparar o compartir… ¡todo menos tirar la ropa a la basura!».

«Pero también debemos apoyar a quienes reciclan nuestra ropa usada -continúa-. Nuestros informes muestran que la moda rápida y la ropa de baja calidad están inundando el mercado, estrangulando los esfuerzos por hacer nuestra ropa más sostenible. Al final, estamos pagando un precio muy alto por nuestra adicción a la ropa barata. Los sectores de los residuos, el reciclaje y la reutilización están sometidos a una inmensa presión. El Reino Unido tiene la suerte de contar con una infraestructura de recogida de textiles que existe desde hace generaciones. Arriesgarse a perder sus conocimientos y experiencia sería una tragedia. Necesitamos actuar ya para no dejar que este sector de vital importancia se desmorone».

Una moda más circular

WRAP insta a la gente a no tirar sus prendas no deseadas a la basura, sino a donarlas a través de vías de recogida fácilmente disponibles, como los bancos de ropa, las tiendas de beneficencia y los mercados minoristas de recogida o venta de ropa usada en línea. La organización hace un llamamiento a las marcas, los minoristas, los inversores y los gobiernos para que financien urgentemente el sector y ve una necesidad vital de intervención política escalonada, así como el diseño de ropa para que sea duradera y que la industria adopte modelos de negocio circulares.

Alan Wheeler, director general de la Asociación de Reciclado de Textiles, afirma que «la calidad de la moda está disminuyendo y la masa de productos textiles que salen al mercado es cada vez mayor. Además, la industria textil mundial de segunda mano se encuentra en una situación desesperada: los almacenes están llenos, las recogidas se están paralizando, la demanda en los principales mercados mundiales se está viendo enormemente alterada, el comercio ha caído en picado y las noticias de despidos y rumores de cierres son cotidianos. Esta situación actual, unida a las conclusiones del nuevo Informe sobre la situación del mercado textil, demuestra por qué necesitamos intervenciones serias y el apoyo del gobierno y la industria a través de políticas como la RAP (responsabilidad ampliada del productor), normas de producto y un contenido mínimo de reciclado en los nuevos productos».