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Los recicladores de residuos textiles del Reino Unido han reclamado al Gobierno británico planes de responsabilidad ampliada del productor en la industria de la moda que impulsen la reutilización y el reciclaje, y ofrecen algunos aspectos clave para su implantación.

Aspectos clave para un esquema de responsabilidad ampliada del productor para los residuos textiles

La Asociación de Reciclaje de Textiles (TRA) del Reino Unido ha pedido al Gobierno que garantice que el análisis sobre una posible responsabilidad ampliada de los productores (RAP) de prendas de vestir y textiles se complete para 2022. En un documento de posición recientemente publicado, la organización cita las enormes repercusiones ambientales y sociales asociadas a la cadena de suministro de prendas de vestir del Reino Unido, así como algunas cuestiones clave que sería necesario abordar a fin de crear un plan de responsabilidad ampliada para la gestión de residuos textiles.

En concreto, la TRA identifica ocho aspectos esenciales que considera necesario abordar para lograr un plan sólido que ayude a crear una industria circular de la moda y los textiles:

  • Establecer metas y objetivos claros, incluyendo objetivos para reducir el consumo y aumentar la reutilización. Esto incluye decidir qué artículos podrían estar cubiertos por el esquema de RAP (por ejemplo, ¿debería incluir ropa, otros productos textiles, calzado, bolsas, accesorios, etc.?)
  • Asegurarse de que las empresas responsables de poner en el mercado ropa y otros productos textiles «incluidos en el ámbito de aplicación», asuman el coste total de la gestión del impacto de su producto en la salud humana y el medio ambiente. Esto incluye invocar el principio de «quien contamina paga».
  • Ofrecer productos textiles mejores y más sostenibles que consuman menos recursos y sean más fáciles de reciclar. Esto puede incluir incentivos financieros para poner en el mercado productos más ecológicos.
  • Involucrar al consumidor en el esquema de RAP. Esto puede incluir la exigencia a los minoristas de que indiquen el importe del gravamen que se ha aplicado a cada producto incluido en el ámbito de aplicación de la RAP, y la financiación de una campaña de comunicación permanente para ayudar a los consumidores a tomar decisiones más sostenibles.
  • Asegurarse de que todas las empresas responsables de poner en el mercado ropa y otros productos «incluidos en el ámbito de aplicación» de la RAP contribuyan.
  • Exigir que todas las empresas de recogida, clasificación y reciclado sean auditadas para poder ser consideradas receptoras de las cuotas. Esos requisitos son fundamentales para que los productores de prendas de vestir y otros agentes de la cadena de suministro confíen en que los pagos solo se destinan a empresas de reutilización y reciclado autorizadas y que los costos son justos y proporcionados.
  • Aplicación de una administración sólida de un esquema de RAP. Contar con un solo organismo responsable de administrar un plan de RAP para el sector de la moda y los textiles parecería eminentemente sensato y la mejor manera de asegurar la coherencia en la forma en que se aplica la RAP.
  • Complementar otras medidas de política y modelos empresariales. Un futuro plan de RAP debería tratar de complementar otras medidas e iniciativas que traten de lograr mejoras en la cadena de suministro de prendas de vestir y textiles. Esto podría incluir la aplicación de principios de diseño ecológico para la ropa o modelos empresariales alternativos, como los servicios de alquiler de prendas de vestir.

Alan Wheeler, director de la Asociación de Reciclaje Textil, explica que «muchas personas no son conscientes de los enormes impactos ambientales y sociales de la producción de ropa. El sector en su conjunto es responsable de alrededor del 10% de todas las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. También es un enorme consumidor de agua dulce escasa a una escala que muchos no creerían y alrededor del 20% de toda la contaminación del agua industrial se debe al teñido y acabado de los textiles».

Para el responsable de la organización, el actual modelo de la industria de la moda «de tomar, hacer, usar y tirar necesita ser revisado ya en una radical y nueva economía circular«.

Por su parte, la presidenta de la TRA, Wendy Yarney, afirma que «el sector de la reutilización y el reciclaje se enfrenta a importantes desafíos a medida que el mundo se mueve hacia una economía circular».

«Se estima que en el Reino Unido se consumen anualmente alrededor de 1,7 millones de toneladas de textiles (incluyendo zapatos y bolsos) -añade yarney-, más de la mitad -921.000 toneladas- se tira, de las cuales unas 336.000 toneladas son ropa usada. Nuestra industria recoge alrededor de 620.000 toneladas de ropa usada anualmente, pero nuestros mercados actuales ya están bajo una presión significativa, ya que otros países como China están comenzando a recoger más y se están moviendo hacia estos mercados. Es vital que la investigación y el desarrollo para desarrollar nuevos mercados de reutilización y reciclaje puedan ser financiados adecuadamente e iniciados lo antes posible».

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