Representantes de la Diputación y el Consorcio de RSU de Málaga visitaron el Complejo Medioambiental de Meruelo para conocer el sistema de tratamiento aplicado en Cantabria.

Visita de la Diputación de Málaga al complejo medioambiental de Meruelo (Cantabria)
Los representantes de MARE, la Diputacion de Malaga y TIR-Cantabria durante la visita al complejo Medioambiental de Meruelo

El director de la empresa MARE (Medio Ambiente, Agua, Residuos y Energía de Cantabria), Antonino Zabala, y representantes de la Diputación y del Consorcio de Residuos Sólidos Urbanos de Málaga visitaron la semana pasada el Complejo Medioambiental de Meruelo para conocer el modelo de gestión y tratamiento de residuos que el Gobierno de Cantabria realiza en esta instalación.

Los representantes malagueños, encabezados por la presidenta del consorcio y diputada de Medio Ambiente y Sostenibilidad, Marina Bravo, junto con el gerente del Consorcio, Daniel Sánchez, y el jefe de explotación, Ángel Castillo, recorrieron las instalaciones para conocer de primera mano las características y resultados de este sistema de explotación y gestión de residuos.

Durante la visita se mostraron interesados por el modelo cántabro, basado en un sistema eficaz de recogida, transporte y tratamiento que incrementa el reciclado y la valorización de los residuos, con el objetivo de valorar la posibilidad de implantar este sistema en Málaga.

Descripción del proceso

El proceso desarrollado en el Complejo Medioambiental de Meruelo consiste en la minimización de la cantidad de residuos domiciliarios que van a vertedero mediante la selección de envases, selección de materia orgánica y compostaje y valorización energética de la fracción todo-uno.

Los residuos, procedentes de los domicilios, llegan a la planta de Meruelo directamente, mediante los servicios de recogida y transporte de los Ayuntamientos y del Gobierno de Cantabria, a través de MARE, o bien a través de Estaciones de Transferencia, donde se compactan los residuos para disminuir los costes de transporte. Esta última opción se utiliza cuando la distancia entre el núcleo generador y la instalación de Meruelo es alta.

En el centro se lleva a cabo la selección de los componentes reciclables (papel-cartón, envases ligeros y vidrio), y de la materia orgánica, que se destina a la producción de compost. Una parte del rechazo se trasforma en combustible derivado de residuos (CDR), y se aprovecha para generar energía eléctrica. El rechazo no combustible se envía a vertedero para su depósito, y con el biogás formado en su fermentación se genera igualmente energía eléctrica, que se vende a la red.

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