Un nuevo informe de AEMA afirma que Europa puede crear nuevos empleos e impulsar la innovación mediante un uso mucho más eficiente de los recursos. El estudio propone una serie de políticas dirigidas a encaminadas a la obtención de beneficios económicos y medioambientales.

El informe de la Agencia Europea de Medio Ambiente “Economía verde eficiente en recursos y políticas de la UE” considera que las economías europeas pueden hacer un uso más eficiente de los recursos materiales como parte de la transición hacia una economía verde, un objetivo reciente de la UE.

Aunque muchas tendencias ambientales están mejorando poco a poco, la UE necesita una reorientación sistémica, más fundamental, de su economía para alcanzar algunos de sus objetivos ambientales a largo plazo, indica el informe. Por ejemplo, el objetivo que propone reducir los gases de efecto invernadero un 80-95% frente a los niveles de 1990 para el año 2050, no será posible apoyándose únicamente en el aumento de la eficiencia.

Los países con los impuestos ambientales más altos son también los que lideran la ecoinnovación y la competitividad

“La innovación puede ser el elemento clave para cambiar nuestor ineficiente uso actual de los recursos”, ha dicho el director ejecutivo de AEMA, Hans Bruyninckx. “La innovación ambiental es clave para enfrentar los retos del siglo XXI. Si queremos vivir dentro de los límites ecológicos del planeta, como se indica en el 7º Programa de Acción Ambiental, tendremos que apostar fuerte por la inventiva Europea. Esto no significa sólo unos nuevos desarrollos; impulsar la captación y difusión de las nuevas tecnologías verdes puede ser aún más importante”, ha señalado.

Otra palanca para mejorar la eficiencia de los recursos podría ser reducir los impuestos derivados del trabajo, como el impuesto sobre la renta, y en su lugar poner tasas al uso ineficiente de los recursos y la contaminación ambiental. Tales impuestos ambientales podrían alentar la creación de empleo, pero apenas se utilizan en la UE, donde equivalen sólo el 2,4% del PIB (2012). Esto podría acarrear numerosos beneficios, pues parece que precisamente los países con los impuestos ambientales más altos lideran también el ranking de ecoinnovación y competitividad.

Una fuerte regulación ambiental, por tanto, puede suponer para la UE una ventaja competitiva como líder en innovación, sostiene el informe. Otras regiones del planeta que quieren exportar productos a la UE están adoptando gradualmente las normas europeas, como las emisiones de vehículos o los controles químicos.

La UE pretende aumentar la proporción en el PIB de la industria manufacturera hasta el 20% para el año 2020, desde el 15,1% en 2013. Sin embargo, el informe de AEMA advierte que ese crecimiento debe ser coherente con las prioridades ambientales de la UE, pues de lo contrario podría tener consecuencias negativas, incluyendo el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero y el desperdicio de recursos valiosos. Esto podría ser, por tanto, una oportunidad para potenciar la innovación medioambiental en áreas tales como las energías renovables.

La crisis económica y el medio ambiente

La crisis económica parece haber tenido efecto sobre algunas cuestiones medioambientales en la UE, incluyendo la reducción parcial de las emisiones de gases de efecto invernadero y algunos contaminantes del aire. No obstante, en la mayor parte de Europa parece volverse a una trayectoria similar a la anterior a 2008, siguiendo las tendencias de largo plazo, mientras en otros casos la crisis parece haber retrasado el progreso.

A raíz de la crisis económica y financiera de 2008 hubo algunas expectativas de que la inversión pública adicional podría alentar el uso más eficiente de los recursos en Europa. Sin embargo, los indicadores sugieren que estos aumentos de la eficiencia no han tenido lugar.

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