El estudio de Zero Waste Europe concluye también que construir nuevas plantas de valorización energética no tendría impacto en el uso de gas a corto plazo, dado el tiempo que tardan en construirse.
Un nuevo estudio publicado por Zero Waste Europe (ZWE) concluye que la valorización energética de residuos resulta «intrascendente» para reducir la dependencia de los países de la Unión Europea (UE27) del gas ruso.
El informe «Incineración: ¿Cuál es el efecto sobre el consumo de gas?», concluye que la energía generada por la incineración de residuos sólo desplaza alrededor del 1,1% del consumo de gas fósil de la UE27. Encargado a Equanimator, el estudio contradice las afirmaciones del sector de la gestión de residuos de que la incineración y la coincineración podrían aumentar para contribuir a reducir la dependencia de la UE del gas fósil.
Al comparar diferentes escenarios para examinar el impacto de la incineración de residuos en el consumo de gas evitado, el estudio encontró que:
- Incluso en un escenario -totalmente irreal, según ZWE- en el que toda la energía generada por la incineración de residuos se utilizara para desplazar el gas, esta sólo sustituiría alrededor del 3,7% del consumo de gas de la UE27.
- En un escenario que la organización considera más realista, la incineración de residuos sólo desplaza alrededor del 1,1% del consumo de gas de la UE27.
- En cuanto a la necesidad de nuevas plantas de valorización energética de residuos, el informe recuerda que las nuevas instalaciones tardan en construirse, por lo que, a menos que ya estén planificadas, es poco probable que tengan un impacto en el uso de gas a corto plazo.
El informe también asegura que los estudios dirigidos por la industria de gestión de residuos asumen condiciones que magnifican artificialmente los beneficios de la incineración en cuanto al desplazamiento de los combustibles fósiles, por ejemplo, comparando la energía generada por las incineradoras con las fuentes de energía más intensivas en carbono, como el carbón.
Janek Vähk, Coordinador del Programa de Clima, Energía y Contaminación Atmosférica del ZWE, afirma: que «los Estados miembros deben ser cautos ante las afirmaciones de la industria sobre los beneficios potenciales de la incineración de residuos para minimizar nuestra dependencia energética externa. Las incineradoras de residuos son demasiado ineficaces e intrascendentes como para contribuir a la crisis energética, incluso en el mejor de los casos».
Dominic Hogg, director de Equanimator asegura que «la cantidad de gas desplazada por las instalaciones de incineración existentes es difícil de calcular, pero consideramos que el efecto sobre el uso del gas equivale a alrededor del 1,1% del consumo actual de gas. Los argumentos a favor de nuevas instalaciones adicionales son débiles, especialmente si se les exige que clasifiquen los plásticos de los residuos mixtos sobrantes, como creemos que debería ser. En cualquier caso, tomar la decisión de construir una incineradora basándose en una crisis de los mercados energéticos sería un error, dado el tiempo de construcción y la vida útil prevista. Es mejor abordar las crisis energética y climática de forma coherente con los objetivos a largo plazo».
Teniendo esto en cuenta, ZWE ha pedido a las autoridades locales, regionales y nacionales que den prioridad a las inversiones que contribuyan a descarbonizar la energía y los residuos, y centrarse en reducir el consumo (y los residuos) y maximizar el reciclaje de materiales al final de su vida útil.