El fondo para la financiación de las actividades del Plan General de Residuos Radiactivos supera los 5.000 millones de euros, según se recoge en el último informe anual de la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos.

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Según el Real Decreto 102/2014, de 21 de febrero, para la gestión responsable y segura del combustible gastado y de los residuos radiactivos, este será soportado por quienes hayan generado dichos desechos.

Las tasas abonadas por los generadores de residuos radiactivos ascendieron, durante el pasado año 2016, a 395,4 millones de euros.

La última memoria de la compañía pública detalla que el resultado financiero en 2016 fue de 257,5 millones de euros, a los que hay que sumar 147,4 millones derivados de la rentabilidad de las inversiones del citado fondo.

Estos resultados, agrega, permitieron incrementar la dotación del Fondo en algo más de 404 millones, hasta un total de 5.017 millones de euros.

El fondo debe financiar las actividades del Plan General de Residuos Radiactivos, entre ellas, el desmantelamiento de instalaciones nucleares, entre ellas las centrales, como es el caso de la de Santa María de Garoña, en Burgos.

En la actualidad Enresa acomete el desmantelamiento de la nuclear Jose Cabrera (Zorita) en Guadalajara, que alcanzó a finales del pasado año un 80 % de ejecución.

Respecto a la nuclear de Vandellos I, que alcanzó en 2003 el nivel 2 de desmantelamiento, se encuentra en fase de latencia.

La gestión de los residuos radiactivos, incluido el combustible nuclear gastado y el desmantelamiento y clausura de estas instalaciones, constituye un servicio público esencial, cuya titularidad se reserva el Estado, que lo ha encomendado a Enresa.

Actualmente está en vigor el sexto Plan General de Residuos Radiactivos, aprobado en junio de 2006, y cuyas previsiones económicas abarcan un horizonte temporal que se prolonga hasta el año 2070.

Dicho Plan avanza que el coste total de gestión en dicho horizonte temporal se eleva a 13.023 millones de euros, de los cuales, un 48 % corresponde al combustible gastado (residuos de alta actividad), un 20 % al desmantelamiento y clausura de las instalaciones, un 12 % a los residuos de baja y media actividad, el 3 % a investigación y desarrollo y el 1 % restante a otras actuaciones.

Los mayores picos de gasto se prevé que se producirán entre los años 2030 y 2034, con cifras cercanas a los 350 millones de euros, siendo las partidas más destacadas las relativas a la clausura de instalaciones nucleares.

Fuente:
EFEverde

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