Si bien no existe un sistema de responsabilidad ampliada del productor propiamente dicho para los chicles, el Gobierno británico ha impulsado una iniciativa por la que los productores colaboran para sufragar los costes de su retirada y de concienciación social.

Los fabricantes financian la limpieza de chicles en Reino Unido

Más de 50 ayuntamientos de todo el Reino Unido van a recibir subvenciones por un total de más de 1,2 millones de libras esterlinas (alrededor de 1,4 millones de euros) para retirar los chicles desechados de las calles y evitar que estas vuelvan a ensuciarse.

Creada en 2021, la Task Force fue creada por el Ministerio de Medio Ambiente del Gobierno británico (Defra) y está administrada por la organización benéfica Keep Britain Tidy, con financiación aportada por los fabricantes de goma de mascar. Su objetivo es limpiar los chicles de las aceras e implantar medidas para evitar que se tiren, lo que contribuirá a acabar con la basura incívica.

Se calcula que el coste anual de la limpieza de chicles para los ayuntamientos del Reino Unido ronda los 7 millones de libras y, según Keep Britain Tidy, alrededor del 77% de las calles de Inglaterra y el 99% de los puntos de venta están manchados de chicle.

La Chewing Gum Task Force reúne a algunos de los principales fabricantes de chicles del país, que se han comprometido a destinar hasta 10 millones de libras en cinco años para luchar contra los residuos de chicles.

En su primer año, el grupo operativo concedió 44 subvenciones por un valor total de 1,2 millones de libras, de las que se beneficiaron 53 ayuntamientos, que pudieron limpiar unos 2,5 km² de aceras, una superficie mayor que 467 campos de fútbol.

Combinando la limpieza selectiva de las calles con una señalización especialmente diseñada para animar a los ciudadanos a depositar los chicles en las papeleras y contenedores de basura, los ayuntamientos participantes consiguieron una reducción de hasta el 80% de los residuos de chicles en los dos primeros meses. El seguimiento y la evaluación llevados a cabo por Behaviour Change han demostrado que seis meses después de la limpieza y la instalación de los materiales de prevención se sigue observando una reducción de la tasa de tiradas de chicles.

En este sentido, Allison Ogden-Newton, directora ejecutiva de Keep Britain Tidy, ha declarado que «una vez que el chicle ha sido limpiado, es vital recordar al público que cuando se trata de basura, ya sea chicle o cualquier otra cosa, sólo hay un lugar donde debe estar -en la papelera- y es por eso que el elemento de cambio de comportamiento del grupo de trabajo es tan importante».

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