Además del ahorro carbónico, el empleo de un subproducto agrícola como la paja reduce la dependencia de materiales no renovables.

BaleHaus es un edificio prefabricado de dos plantas construido con balas de paja y revestimientos de cáñamo en el campus de la Universidad de Bath
BaleHaus es un edificio prefabricado de dos plantas construido con balas de paja y revestimientos de cáñamo en el campus de la Universidad de Bath

El proyecto europeo EUROCELL (“EU market development of ModCell: a prefabricated eco-building system utilising renewable materials”) está asentando las bases de la utilización de balas de paja como material de construcción a través de un método pionero ideado en la Universidad de Bath (Reino Unido).

El proyecto servirá para desarrollar en mayor medida este método respetuoso con el medio ambiente y obtener su certificación comercial como paso previo a su introducción a gran escala en el sector de la construcción. El sistema, patentado bajo la marca ModCell, aprovecha las capacidades de aislamiento térmico de las balas de paja para crear paneles prefabricados.

Los paneles de ModCell poseen una estructura de carpintería rellena de balas de paja recubierta con un material transpirable basado en la cal.

“Nuestro esfuerzo se centra, además de en los nuevos modulos aislados con paja, en el desarrollo de procesos de fabricación mejorados y en la creación de franquicias”, explicó el profesor Pete Walker de la Universidad de Bath, investigador principal del proyecto.

El programa de financiación de la Unión Europea para ecoinnovación permitió reunir a un equipo sólido de empresas arquitectónicas, de ingeniería y diseño en torno a la Universidad de Bath.

“Tenemos menos de un año antes de que acabe el proyecto y trabajamos para lograr la aceptación y el reconocimiento de la industria mediante la certificación de ModCell”, confesó el profesor Walker, que añadió que el sistema podría alcanzar para 2020 una cuota de mercado en Europa de entre un tres y un cinco por ciento.

Recurso renovable

ModCell aprovecha las ventajas de la paja como recurso renovable que puede cultivarse cerca del edificio a construir. Su cultivo absorbe dióxido de carbono, por lo que su huella resulta neutra o incluso negativa.
BaleHaus es un edificio prefabricado de dos plantas construido con balas de paja y revestimientos de cáñamo en el campus de la Universidad de Bath para explorar las propiedades de este material hipocarbónico.

“El producto reducirá considerablemente las emisiones de carbono procedentes de edificios nuevos gracias al ahorro logrado durante su construcción y posteriormente del mantenimiento”, explicó el profesor Walker, quien señaló además que los inmuebles generan cerca de un cincuenta por ciento de las emisiones europeas.

El equipo confía en reducir el impacto carbónico de los edificios de nueva planta en un ochenta por ciento en comparación con los sistemas de construcción actuales. Además del ahorro carbónico, el empleo de un subproducto agrícola como la paja reduce la dependencia de materiales no renovables.

El proyecto, que finalizará en agosto de 2014, ha producido una versión mejorada del panel ModCell que ya se ha puesto a la venta a través de los socios del proyecto. “Nos proponemos exportar nuestro modelo de producción fuera del Reino Unido a través de franquicias, la primera en los Países Bajos”, informó el profesor Walker.

La parte técnica del proyecto ha resultado todo un éxito y ahora el equipo trabaja para superar los obstáculos que se interponen a la certificación de los materiales para que puedan ser utilizados con profusión en la industria de la construcción. “A pesar de algún retraso, ya hemos logrado progresar considerablemente en cuanto al reconocimiento, la aceptación y la certificación industrial”, aseguró el profesor.

El investigador principal desgrana una lista de ventajas para la sociedad y la economía que no se limitan a las medioambientales, como por ejemplo el logro de viviendas e inmuebles asequibles y eficaces desde el punto de vista energético, estructuras más saludables en las que vivir y la creación de empleo.

La UE aportó la mitad del presupuesto total de 1,6 millones de euros de EUROCELL.

Fuente:
Cordis
Foto de portada:
alvarogalve en Flickr (cc)

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