El reciclaje de estos aparatos ha posibilitado la recuperación de toneladas de recursos valiosos como metales férricos, aluminio, plásticos, cobre, plata, oro y paladio.

Residuos electrónicos
Residuos electrónicos en una planta de reciclaje. Foto: RESIDUOS PROFESIONAL

La plataforma European Recycling Platform (ERP) ha alcanzado un hito en la gestión de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) en Europa, al superar los 5 millones de toneladas tratadas desde su creación en 2002. El volumen gestionado equivale aproximadamente al peso de 500 Torres Eiffel y representa dos décadas de actividad centrada en la recuperación de materiales y la reducción de impactos ambientales.

Según los datos difundidos por la entidad, la correcta recogida y tratamiento de estos residuos ha permitido evitar la emisión de más de 5,15 millones de toneladas de CO₂ a la atmósfera. Asimismo, el proceso de reciclaje ha posibilitado la recuperación de recursos valiosos, entre ellos 2 millones de toneladas de metales férricos, 89.000 toneladas de aluminio, 75.000 toneladas de plásticos, 54.000 toneladas de cobre, 92 toneladas de plata, 20 toneladas de oro y 9 toneladas de paladio.

Recuperación de materiales y economía circular

El tratamiento de los RAEE permite reincorporar materiales secundarios al ciclo productivo, disminuyendo la dependencia de recursos naturales vírgenes. Este enfoque se alinea con los objetivos europeos de transición hacia una economía circular, donde los residuos se consideran una fuente estratégica de materias primas.

La gestión de este tipo de residuos es especialmente relevante por su complejidad técnica: los equipos eléctricos y electrónicos contienen una combinación de metales, plásticos y componentes que requieren procesos de desmontaje y clasificación específicos para garantizar su valorización y el cumplimiento de la normativa ambiental.

Dos décadas de evolución en la gestión de RAEE

Desde su fundación, ERP ha desarrollado sistemas de recogida y reciclaje en colaboración con productores, administraciones públicas y consumidores, adaptándose a las directivas europeas sobre responsabilidad ampliada del productor (RAP). Su actividad abarca actualmente varios países europeos, donde opera bajo modelos integrados de gestión y control de flujos de residuos.

Grant Kinsman, director de Operaciones para Europa y Norteamérica, destaca que este volumen de residuos gestionados “demuestra el impacto positivo de la cooperación entre los distintos agentes implicados en la cadena de valor del reciclaje” y subraya que “cada dispositivo tratado supone un avance hacia la conservación de los recursos y la protección del medio ambiente”.

El logro de ERP se enmarca en los objetivos de la Unión Europea para incrementar las tasas de recogida y reciclaje de RAEE, así como para reducir la huella de carbono asociada al consumo de aparatos eléctricos y electrónicos. La valorización de estos materiales contribuye directamente a los compromisos europeos en materia de sostenibilidad, gestión de recursos y neutralidad climática.

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