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Las iniciativas se centran principalmente en áreas como la recuperación de recursos o la ampliación de la vida útil de los productos, pero son escasas las innovaciones en otros modelos como el producto como servicio o las plataformas de intercambio.

Lento avance de la economía circular en las empresas

A pesar de la creciente atención de la sociedad, de los legisladores y de las empresas, el cambio hacia modelos empresariales circulares parece avanzar lentamente. Así lo refleja una encuesta del Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible (WBCSD) y DNV.

«Hasta ahora, las crecientes presiones de las partes interesadas y de los reguladores, como el Plan de Acción de Economía Circular de la UE adoptado en marzo de 2020, no parecen haber impactado en la velocidad de transición de manera significativa», dice Luca Crisciotti, CEO en Supply Chain & Product Assurance en DNV.

«Con sólo el 5,9% de las empresas mostrando un enfoque de liderazgo junto con la limitada adopción de la innovación en el modelo de negocio, queda mucho por hacer antes de que lleguemos a un estado de verdadera economía circular requerida para cambiar de un modelo industrial lineal de tomar-hacer-desechar para impactar significativamente en nuestros Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU».

La encuesta «Economía circular. Cómo están haciendo la transición las empresas» se llevó a cabo entre marzo y abril de 2021. Los encuestados incluyen 793 clientes de Business Assurance en DNV en diferentes industrias de Europa, América del Norte, América Central y del Sur y Asia. Muestra que las empresas se centran más en la innovación de procesos y productos, como la recuperación de recursos (30,3%) o en la ampliación de la vida útil de los productos (39,6%). Son menos las que se han adentrado en innovaciones de modelos de negocio más avanzados, como el producto como servicio (17,6%) y las plataformas de intercambio (12,5%).

La mayoría de las empresas consideran que el ahorro de costes (57,2%) es uno de los principales beneficios de una estrategia de economía circular, lo que no es sorprendente viendo que ponen el foco en los procesos y productos.

Según la encuesta, solo el 24,7% determina el nivel inicial de circularidad antes de poner en marcha iniciativas en esta línea, mientras que el 26,7% establece objetivos y metas específicos y el 19,8 % ha identificado indicadores de rendimiento. Esto supone una importante barrera para el progreso.

Identificar las iniciativas exitosas y comunicar de forma transparente su rendimiento se hace infinitamente más difícil sin una métrica adecuada. A ello no contribuye el hecho de que el 65,6% utilice su propio marco de medición circular, sino marcos de referencia como los Indicadores de Transición Circular (ITC).

«Aunque el compromiso del sector privado con la circularidad es claro, las comunicaciones externas de sus esfuerzos son inconsistentes en cuanto al alcance y el barómetro utilizado. A medida que los inversores, los clientes y los reguladores soliciten cada vez más información sobre el rendimiento circular, las empresas equipadas para medir, supervisar y mejorar su circularidad pueden captar mayor valor y mostrar su verdadero liderazgo», afirma Brendan Edgerton, director de Economía Circular del WBCSD.

Fuente:
WBCSD

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