Representantes de la empresa explicaron al grupo, formado principalmente por directoras de comunicación de distintas entidades, los pormenores de la actividad de Sogama y el proceso de ampliación que abordará próximamente para cumplir con los cánones de la economía circular.

Directivas y directivos de comunicación vistan Sogama

Varios miembros de DIRCOM Galicia, Asociación de Directivos de Comunicación, se desplazaron el pasado viernes a la sede de la Sociedade Galega do Medio Ambiente (Sogama) para conocer de primera mano la actividad de esta empresa pública, que gestiona la mayor parte de los residuos urbanos producidos en la comunidad, así como los programas de comunicación y educación ambiental en los que viene trabajando.

Representantes de Sogama se encargaron de explicar, de forma pormenorizada, el cometido que la entidad está desarrollando en Galicia, al tiempo que avanzaron el proyecto de ampliación de su infraestructura central, iniciativa que permitirá ampliar su capacidad en un 81%, pasando de las 550.000 toneladas/año nominales a un millón. Culminadas las obras, en diciembre de 2018, Sogama pasará a ser una de las plantas de su características más grandes de Europa y una de las mayores de mundo, erigiéndose en todo un referente internacional, al tiempo que consolidará su liderazgo en España.

ECONOMÍA CIRCULAR

De esta forma, se procederá a la construcción de una nueva planta para la clasificación de los envases plásticos y de papel/cartón contenidos en la basura en masa, al tiempo que se remodelará la actual nave de reciclaje, tratamiento y elaboración de combustible, en la que ya se venía separando el vidrio, el acero y el aluminio erróneamente depositados por los ciudadanos en la bolsa negra.

Esta actuación permitirá a la empresa aumentar su aportación al reciclado en 120.000 toneladas anuales de material, multiplicando por cuatro las cifras actuales, y disminuir el vertido a valores meramente testimoniales, pretendiendo llegar al vertido técnico cero, es decir, que solo se desviará a vertedero aquella parte de la basura que no se pueda reciclar ni valorizar material o energéticamente.

Este proyecto representará un hito en la labor de la Sociedad y marcará el inicio del camino que esta se ha propuesto emprender para cumplir con los cánones de la economía circular, es decir, más reutilización, más reciclaje y menos vertido, concibiendo los residuos como recursos.

El grupo tuvo oportunidad de realizar un recorrido guiado por las instalaciones que conforman el complejo medioambiental de Cerceda. Tras una primera parada en la planta de clasificación, donde se recepcionan los envases de plástico, latas y briks recogidos a través de los contenedores amarillos, y se separan por tipologías para ser remitidos a los centros recicladores, el itinerario siguió su curso por la planta en la que se procesa la bolsa negra. Allí, tras seleccionar la fracción susceptible de ser reciclada, el resto se convierte en un combustible derivado de residuos (CDR) que se valoriza energéticamente en la planta termoeléctrica para producir energía suficiente con la que abastecer una ciudad como Vigo.

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