El Fórum de Gestión de Residuos Municipales que se celebra estos días en Girona se centrará hoy en los nuevos retos de la gestión de envases.

El consumo de recursos y la reutilización, en el #wasteinprogress

La sexta edición del Fórum de Gestión de Residuos Municipales #wasteinprogress, que durante tres días tiene lugar en el Palau de Fires de Girona, empezó ayer con una primera jornada que puso el foco en la reutilización y a que contó con medio millar de asistentes. En ella se habló sobre el nuevo marco legal existente en este aspecto, qué hacen y cómo funcionan los centros de reutilización, sobre los residuos textiles o los nuevos Sistemas Colectivos de Responsabilidad Ampliada del Productor de residuos (SCRAP), entre otros temas.

Así, durante el día de ayer se expusieron diferentes casos de éxito en el ámbito internacional a cargo de representantes de Malmö y Eskilstuna, en Suecia; y de Viena y Estiria, en Austria. Más próximas fueron las experiencias de Pamplona y la Agencia de Residuos de Catalunya, en este caso con información sobre la nueva Ley de Prevención y Gestión de Residuos y de uso eficiente de los Recursos.

Los Talks & Debate de la tarde introdujeron la principal novedad de esta edición, que vincula administraciones con nuevos modelos de negocio privados basados en la prevención, la reutilización y la economía circular, compartiendo espacio para analizar qué herramientas necesitan los municipios para conseguir la descarbonización. Se contó para ello con la participación de representantes de compañías como Wallapop, Simplr, Soo Good, Moda Re-, Ecodicta y la Fundación Banco de Recursos.

El proyecto ReTuna, innovador y pionero

En 2015, en la localidad sueca de Eskulstuna, vio la luz una iniciativa pionera como lo es la construcción del primer centro comercial del mundo que solamente comercializa productos reparados, reciclados y reutilizados con el objetivo de reducir los residuos, incrementar el conocimiento sobre un estilo de vida sostenible y crear nuevas oportunidades de trabajo. Habló de ello una de sus principales impulsoras, Anna Bergström, que explicó que “antes había puntos verdes repartidos por todo el país y cada persona iba con su coche y dejaba ahí todo aquello que no necesitaba. Se separaban los residuos y todo el mundo estaba convencido que había actuado bien, pero con eso no era suficiente. Y Suecia es un país con mucho dinero, por lo que alguien con mucha creatividad decidió que era necesario invertir en poder dar una nueva vida a los objetos que se tiraban”.

De este modo nació ReTuna, un espacio que combina unas quince tiendas con un centro de conferencias, un restaurante y un centro de formación de adultos para enseñar correctamente a reparar y reutilizar. “Es una combinación de actuaciones para vivir de manera más sostenible y ya trabajamos para abrir un segundo y un tercer centro comercial de estas características”, añadió Bergström. En este centro se pueden encontrar “todo aquello que la gente necesita para vivir” y se presenta “por separado” a diferencia de un mercadillo convencional. “Cada sector tiene su tienda determinada y todo no aparece mezclado. Hay un espacio para lámparas y materiales relacionados, otro para ropa, mobiliario, juguetes, jardinería…”.

Con una superficie próxima a los 5.000 m2, recibe aproximadamente 7.000 visitantes a la semana, unas cifras que son “inferiores a las de un centro comercial convencional, pero a nosotros nos parecen buenos números”. Bergstrom detalló que, tras su primer año en funcionamiento, ReTuna facturó una cifra cercana a los 250.000 euros y que actualmente esta facturación se eleva hasta los 2,3 millones de euros. “El crecimiento es evidente porque el centro comercial es cada vez más popular”, dijo. El perfil de público es muy variado y el precio de todo aquello que se vende tiene en cuenta el valor del producto que la gente ha optado por tirar y también el valor de su proceso creativo para repararlo y restaurarlo. Aparece en el libro Guiness de los Récords del año 2020 y lo hace como el “primer centro comercial del mundo dedicado exclusivamente a los productos reparados, reciclados y restaurados”.

Consumir menos y fomentar la economía circular

La Asociación de Ciudades y Regiones para una gestión sostenible de los recursos (ACR+) es una red que nació hace tres décadas y que tiene como objetivo promover una gestión sostenible de los recursos y acelerar la transición hacia una economía circular en sus territorios y más allá, con una actuación a nivel europeo y especialmente en la ribera sur del Mediterráneo. El Waste in Progress de este año ha contado con la presencia de la secretaria general de esta organización, Françoise Bonnet, que se mostró muy contundente con el desmedido nivel de consumo del ser humano y su repercusión directa en el planeta.

“Empezamos hablando sólo de los residuos y de la necesidad de reducirlos, pero en los últimos años hemos evolucionado a partir de la crisis del medio ambiente, la crisis climática y también una crisis en cuanto a producción y consumo. Actualmente utilizamos demasiados recursos, producimos demasiado. Y si seguimos haciendo las cosas como hasta ahora necesitaremos 3 planetas para llegar al año 2050”, lamentó. Bonnet considera que la solución pasa por “reflexionar sobre todo lo que está pasando” y que si el objetivo prioritario es “asegurar el bienestar de la población” lo que hace falta es “dejar de consumir tantos recursos porque esto nos ayudará a mermar los efectos del cambio climático”.

Bonnet mostró su preocupación por el futuro a corto plazo del Pacto Verde Europeo (European Green Deal) porque considera que cada vez existe un mayor interés en fomentar la competitividad y no centrarse en cuidar el planeta. Y habló también de la relación entre los agricultores y el medio ambiente. “Debería ser el gran aliado y no deben verlo como algo negativo. Las medidas del Green Deal no son malas para ellos. Se evita el uso de los pesticidas y se promueve una agricultura de proximidad, lo positivo”. En cambio, considera que la Política Agrícola Común (PAC) debería «revisarse» porque «tal y como la conocemos no es sostenible».

A ella se sumó la voz de Carmen Lainez, directora del Área de Residuos de la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona, que engloba a una cincuentena de poblaciones. Como hicieron otros ponentes de la jornada, incidió en la necesidad de reducir residuos y esta reducción pasa por un menor consumo y la reutilización. Presentó el caso concreto de Traperos de Emaús, una entidad social que trabaja desde hace más de tres décadas con personas en riesgo de exclusión social para que los niveles de reutilización se acerquen a los estándares que marcan las directrices europeas. Actualmente se mueve en un 5% de la reutilización de los residuos generados, lo que equivale a unas 7.000 toneladas al año. La entidad gestiona los residuos de una población cercana a los 400.000 habitantes. Entre las diferentes gestiones que lleva a cabo, recoge puerta a puerta (“piso a piso”, como subrayó Lainez en más de una ocasión) aquellos elementos para su reutilización y reparación, y posterior venta. Son residuos de gran volumen, textiles y aparatos eléctricos y electrónicos como frigoríficos, batidoras y neveras, entre otros muchos. «Es un servicio que lleva a cabo una empresa social que fomenta la economía circular porque también se dispone de una red de tiendas que después se encargan de vender estos productos reparados», explicó. El abanico de servicios es más amplio porque Traperos de Emaús también se encarga, por ejemplo, de la recogida de vidrio.

Los casos de Austria

La primera de las dos ponencias del día con Austria como protagonista corrió a cargo de Ingrid Winter, jefa de la unidad de gestión de residuos y de recursos del gobierno de la región de Estiria, uno de los nueve estados federados del país, con más de un millón de habitantes. Habló del sistema de recogida y recuperación de bienes para su reintroducción en la cadena de consumo, fomentando la economía circular. Esto pasa por ubicar en un mismo punto la recogida de este material y también la de los residuos que se reciclan. Lo que propone el dijo dicho en tono de broma “ahora es moderno entre los más jóvenes llevar ropa que podría ser perfectamente de mi abuelo”.

Presentó de esta forma el concepto de ecoparque, aquella instalación cerrada y controlada de recogida de residuos y que sirve para que la ciudadanía deposite aquellos residuos que genera en casa y para los que no existen contenedores específicos en el sistema de recogida tradicional. Hay 9 en funcionamiento, aparte de 2 más en construcción y un par más en estudio. Se trata de un recurso cercano a las personas, gratuito y de libre acceso, que se convierte en una herramienta local para cuidar el medio ambiente. En Estiria, estos parques también trabajan en lo que se refiere a la reparación de objetos a partir de acuerdos con escuelas de oficios. Ofrecen a la ciudadanía un servicio de electricistas que realizan diagnosis y reparación de estos productos. También se facilitan vajillas reutilizadas para celebraciones, entre otras iniciativas.

Empezando por el textil y los electrodomésticos, una de las prioridades pasa por poner el foco en los materiales de la construcción y su reutilización por las muchas posibilidades que presentan. Actualmente, en Estiria el porcentaje del reciclaje es de un 70% pero Winter detalló que «todavía el volumen de residuos es elevadísimo», por lo que hay que seguir trabajando para mejorar estas cifras.

También de Austria, en este caso de su capital, proviene Markus Piringer, coordinador de la Red de Reparación de Viena, fundada en 1999 y que actualmente cuenta con más de 150 empresas asociadas. En ese país se puso en marcha un programa nacional en 2022, actualizado un año después, para dar ayudas económicas a los ciudadanos que reparen objetos. De esta forma se lucha contra el derroche, se fomenta la economía circular y se potencia la reparación. Los primeros proyectos con incentivos de este tipo empezaron en 2017 en la ciudad de Graz, para después extenderse a otros estados federales del país. El programa nacional nació para unificar este sistema y sigue evolucionando para reducir la carga administrativa y luchar contra el fraude, problemas que se detectaron al principio de su funcionamiento.

En un primer momento, el ciudadano tramitaba una solicitud una vez que había reparado un objeto concreto. Éste debía llevarse al taller, se hacía el trabajo y entonces se pagaba. Sólo a partir de ese momento es cuando se podían pedir las ayudas. En Viena, el funcionamiento es distinto. “El cliente debe pedir un vale a la administración que puede utilizar cuando debe reparar algún objeto. Va al taller, se hace el trabajo y es el propio establecimiento el que se encarga de pedir el dinero a la autoridad pertinente”, explicó Piringer. En la capital, a diferencia del resto del país, no se subvencionan los aparatos electrónicos. Con datos entre 2020 y 2021, la Red de Reparación de Viena sirvió para reparar más de 35.000 objetos y ahorrar una cifra superior a las 2.700 toneladas de CO2.

Nueva ley de residuos de Catalunya

Durante la inauguración, Anna Barnardas, secretaria general de Acción Climática de la Generalitat de Catalunya, manifestó que desde el Govern se está trabajando en la Ley de prevención y gestión de los residuos y de uso eficiente de los recursos de Catalunya. “Esta ley se fundamenta en la protección de la salud humana y del medio ambiente, la reducción de impactos en la producción y gestión de residuos, y la alineación con los principios y objetivos ambientales reconocidos internacionalmente. De este modo, se propone asignar responsabilidades a los productores y fomentar sistemas de retorno y reutilización que minimicen el uso de recursos y la contaminación, reduciendo de este modo la huella de carbono y contribuyendo a un medio ambiente más limpio. Es una ley valiente y pionera en Europa que seguramente ayudará a la prevención, la misión principal de este Waste in Progress”, afirmó.

Hoy, los nuevos retos en la gestión de los envases

Hoy miércoles será el turno de la segunda jornada del Waste in Progress, que estará enfocada en los nuevos retos en la gestión de los envases. Se abordará el nuevo marco legal, las iniciativas locales de prevención y reutilización, los envases compostables, el proceso de etiquetaje y los nuevos Sistemas de Responsabilidad Ampliada del Productor (SRAP) y los Sistemas de Depósito, Devolución y Retorno (SDDR), entre otros temas relevantes.

Los principales protagonistas del día serán Joe Papineschi, que hablará de un innovador sistema de packaging takeaway reutilizable y lo comparará con los envases de un solo uso, y también Liina Kanabirk, que explicará la estrategia de reducción de envases en eventos públicos que se lleva a cabo en Tallin (Estonia).

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