El organismo considera que la compañía de bienes de consumo podría estar usando afirmaciones ecológicas engañosas en relación con la reciclabilidad de determinados productos o su impacto ambiental.

Investigan a Unilever por greenwashing en Reino Unido
La autoridad británica de la competencia quiere eliminar el greenwashing de los lineales de los supermercados

La Autoridad de los Mercados y la Competencia (CMA) del Reino Unido examinará las afirmaciones medioambientales del grupo de bienes de consumo Unilever como respuesta a la preocupación por la forma en que la multinacional comercializa determinados productos como respetuosos con el medio ambiente. Esta iniciativa forma parte de una investigación más amplia sobre el «lavado verde» o greenwashing por parte de empresas que operan en el país.

En enero de este año, la CMA amplió su trabajo sobre las reclamos medioambientales para incluir los denominados bienes de consumo de rápida rotación. Se trata de artículos de primera necesidad que la gente utiliza a diario y que se compran con regularidad, como alimentos y bebidas, productos de limpieza, artículos de tocador y de cuidado personal. El año pasado, los consumidores británicos desembolsaron más de 140.000 millones de libras en total en productos de gran consumo (unos 162.000 millones de euros).

La revisión inicial de la CMA descubrió una serie de prácticas preocupantes y, como parte de ese trabajo, ha iniciado una investigación formal sobre Unilever. En relación con determinados productos, la CMA cree que ciertas afirmaciones y el lenguaje utilizado por Unilever parecen vagos y amplios, y pueden inducir a error a los compradores en relación con el impacto medioambiental de esos productos.

Además, las declaraciones sobre algunos ingredientes se presentan de una forma que puede exagerar lo «natural» que es el producto y, por tanto, crear una impresión inexacta o engañosa.

Igualmente, las afirmaciones centradas en un único aspecto de un producto pueden sugerir que es respetuoso con el medio ambiente en su conjunto.

Por otro lado, ciertas afirmaciones ecológicas -en particular en relación con la reciclabilidad– pueden ser poco claras, ya que no especifican si se refieren a la totalidad o a parte de un producto, o de un envase.

Por último, el uso que hace Unilever de colores e imágenes -como las hojas verdes- puede crear la impresión general de que algunos productos son más respetuosos con el medio ambiente de lo que realmente son.

En palabras de Sarah Cardell, directora ejecutiva de la CMA, «los productos básicos como el detergente, el spray de cocina y los artículos de tocador son los que se ponen en la cesta del supermercado cada vez que se hace la compra. Cada vez más gente intenta poner su granito de arena para ayudar a proteger el medio ambiente, pero nos preocupa que muchos se dejen engañar por productos supuestamente «ecológicos» que no son lo que parece2n.

«Hasta ahora -afirma Cardell-, las pruebas que hemos visto han suscitado preocupación por la forma en que Unilever presenta determinados productos como respetuosos con el medio ambiente. Investigaremos a fondo estas afirmaciones para ver si son ciertas. Si descubrimos que se trata de greenwashing, tomaremos medidas para garantizar la protección de los consumidores».

Si bien desde que anunció su revisión del cumplimiento de las normas sobre afirmaciones medioambientales engañosas la CMA ha observado algunos cambios positivos en el sector de los bienes de consumo de alta rotación, incluidas las modificaciones y la eliminación de algunas declaraciones ecológicas realizadas por varias empresas, su revisión ha detectado una serie de problemas y, aunque aún no ha abierto investigaciones oficiales a otras empresas, su trabajo está en curso y es probable que se abran nuevas investigaciones.

Deje una respuesta

Queremos saber si no eres un bot *