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La futura instalación contará con una inversión de casi 1,3 millones de euros y tendrá capacidad para gestionar hasta 12.500 toneladas al año de residuos urbanos.

La microplanta de Ponteceso se convertirá en una planta de transferencia de residuos de gran capacidad

La Xunta de Galicia adjudicará antes de que finalice el año las obras que permitirán transformar la actual microplanta de Ponteceso (A Coruña) en una planta de transferencia de residuos con mayor capacidad y eficiencia, una actuación con una inversión prevista de 1.271.431,22 euros.

Así lo avanzó la conselleira de Medio Ambiente, Territorio y Vivienda, Ángeles Vázquez, quien visitó la semana pasada, acompañada por el presidente de Sogama, Javier Domínguez, los terrenos que albergarán las futuras instalaciones, financiadas con cargo a los Fondos europeos de desarrollo rural (Feder) como respuesta de la UE a la crisis de la Covid, primando aquellas actuaciones que repercutan en la protección del medio ambiente y en una mayor calidad de vida.

Con una superficie de 5.235 m2, de los cuales 1.000 m2 se reservarán para zonas verdes, la nave en la que se desarrollará el proceso de trasvase de los residuos urbanos ocupará una superficie de 650 m2.

Asimismo, la planta —que al igual que la actual estará situada en las cercanías del parque empresarial de Teja— dispondrá de una capacidad máxima de 12.500 toneladas/año y estará preparada para transferir, además de la bolsa negra (contenedor de resto), la amarilla (contenedor amarillo) y la materia orgánica recogida de forma separada a través del quinto contenedor, de color marrón.

Segundo explicó la conselleira, la planta de transferencia dará servicio a cuatro ayuntamientos (Ponteceso, Cabana, Malpica y Laxe) que aglutinan a más de 18.000 habitantes, si bien podrá acoger la fracción orgánica de otros tres ayuntamientos más.

La nueva instalación contará con un compactador fijo ya que los portátiles, además de tener menos capacidad, son más propensos a las averías, menos fiables, tienen menor disponibilidad, y mayores costes de mantenimiento, según un comunicado de la Xunta. Dispondrá también de sistema de traslación de contenedores, con capacidad para dos, propiciando que se desligue su funcionamiento del estado del transporte, que puede sufrir retrasos por diversos motivos.

Todo esto se verá complementado con un aparcamiento de contenedores y un edificio destinado a oficina, vestuario y almacén, que cubrirán sus necesidades energéticas con paneles solares, fomentando de este modo las energías renovables.

La previsión, tal y como indicó la conselleira, es que la planta de transferencia entre en funcionamiento en octubre de 2022 pasando a formar parte de la red de infraestructuras promovida por la Xunta con el fin de garantizar la valorización de los residuos orgánicos en la Comunidad mediante su conversión en compost, un abono de alta calidad que podrá ser aplicado en la agricultura y en la jardinería como fertilizante natural, sustituyendo a los artificiales.

Cuatro plantas de biorresiduos y 13 plantas de transferencia

Esta red acogerá cuatro plantas de biorresiduos (una de ellas ya en funcionamiento, en Cerceda-, y otras tres proyectadas en los municipios de Cervo, Vilanova de Arousa y Verín), apoyadas por un total de 13 plantas de transferencia que se encuentran en proceso de adaptación a fin de habilitar en las mismas una tolva específica para el trasvase de la materia orgánica a contenedores de gran capacidad, facilitando su transporte, en las mejores condiciones, a la planta de compostaje más próxima.

Conforme a las directrices en materia de residuos establecidas por la Unión Europea, los ayuntamientos tienen de plazo hasta el 31 de diciembre de 2023 para implantar la recogida selectiva de la materia orgánica contenida en los residuos urbanos. Con tal fin, deberán instaurar en las calles el denominado quinto contenedor, de color marrón, y producir compost de calidad a partir de los residuos orgánicos domésticos.

Si bien la gestión de residuos es una competencia municipal, la Xunta de Galicia, a través de Sogama, destinará a esta labor 17 instalaciones (cuatro plantas de biorresiduos y 13 de transferencia), de tal forma que más de 2,2 millones de gallegos dispongan de una instalación de estas características a menos de 50 km de distancia.

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