Un nuevo informe de la AEMA analiza los datos y evalúa las tendencias para comprender cómo ha contribuido a la huella material global el uso de la biomasa, los metales, los minerales no metálicos y los fósiles en la UE.
¿Cuál es la huella material de los principales sectores de consumo europeos? Aunque la huella material global -o cantidad de materias primas extraídas de la naturaleza dentro y fuera de la UE para suministrar bienes y servicios- se mantuvo estable en la última década, es necesario tomar más medidas para reducir el consumo de recursos en los sectores de la vivienda y la alimentación, según un análisis que acaba de publicar la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA).
Según el informe de la AEMA, la vivienda y la alimentación son los sectores más afectados por el consumo de recursos, ya que representan el 72% de la huella material de la UE y requieren la mayor cantidad de material por euro gastado.
El documento pone de relieve cómo los datos de Eurostat sobre la huella de los materiales en Europa pueden ayudar a los responsables políticos a la hora de formular nuevas medidas para reducir nuestro impacto en el medio ambiente. En este sentido, el reciclaje de residuos y la economía circular en general desempeñan un papel esencial.
El informe analiza los datos y evalúa las tendencias de 2010 a 2021 para comprender cómo ha contribuido el uso de la biomasa, los metales, los minerales no metálicos y los fósiles a la huella material global.
Para comprender qué impulsa el uso de recursos materiales en la UE, se evalúa el consumo total en seis áreas de consumo: vivienda, alimentación, servicios, bienes y servicios domésticos, vestido y calzado, y movilidad personal.
Gracias a esta información, los responsables políticos pueden centrar sus esfuerzos en reducir el consumo de materiales allí donde existe un mayor potencial para ello y, en consecuencia, reducir la demanda de materias primas.
¿Por qué necesitamos reducir nuestra huella material?
El elevado uso de recursos en la UE -superior al de la mayoría de las demás regiones del mundo- es responsable de una grave degradación medioambiental en todo el mundo, vinculada al cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación. En nuestro actual modelo económico lineal, la prosperidad se basa en gran medida en el uso de recursos extraídos de la naturaleza.
A escala mundial, la extracción y el procesamiento de recursos naturales para alimentar nuestros sistemas de producción y consumo producen más de la mitad de todas las emisiones de gases de efecto invernadero y alrededor del 40% de las emisiones de partículas, un tipo de contaminación muy perjudicial para la salud humana. La extracción y el procesamiento también provocan más del 90% de la pérdida de biodiversidad terrestre.
Por tanto, es imperativo intentar reducir el consumo de recursos primarios, como reconoce el Octavo Programa de Acción de la UE en materia de Medio Ambiente, que es la respuesta de la UE a los retos ambientales que plantea el uso de los recursos y exige una reducción significativa de la huella material de la UE lo antes posible.