El marco de seguimiento revisado de la economía circular de la Comisión Europea muestra que, si bien la producción de la UE se ha vuelto más eficiente en el uso de los recursos, el consumo de materiales sigue siendo muy elevado.
La UE debe continuar sus esfuerzos para reducir el consumo de materiales y la generación de residuos para lograr una economía más circular, de acuerdo con el marco de seguimiento revisado de la economía circular de la Comisión Europea publicado ayer. Este documento ayuda a seguir mejor el progreso en la transición a una economía circular en la UE y considera cómo puede contribuir a la neutralidad climática, la resiliencia y la sostenibilidad global.
El marco revisado de seguimiento de la economía circular incluye nuevos indicadores, como la huella material y la productividad de los recursos. Estos indicadores supervisan la eficiencia material del sistema de producción y consumo de la UE. También incluye nuevos indicadores para medir los avances hacia los objetivos de prevención de residuos. Todos ellos son elementos clave de una economía circular y de contaminación cero. Además, el marco supervisa la contribución de una economía circular a la sostenibilidad, la neutralidad climática y la resiliencia, teniendo en cuenta la huella de consumo, las emisiones de gases de efecto invernadero de las actividades de producción, la dependencia de las importaciones de materiales y la autosuficiencia de la UE en materias primas fundamentales.
Los datos muestran que, si bien la producción de la UE se ha vuelto más eficiente en el uso de los recursos, el consumo de materiale sigue siendo muy elevado y debe disminuir en el futuro. En 2020, cada europeo fue responsable de 35 kg de residuos de envases de plástico, un 25% más que en 2010. La UE está gestionando los residuos de forma más sostenible, pero sigue habiendo grandes diferencias entre los Estados miembros y se necesitan grandes esfuerzos para mejorar la gestión de algunos flujos de residuos, en particular los plásticos.
A pesar de algunas mejoras en la circularidad, la economía de la UE sigue siendo principalmente lineal, y los materiales secundarios representan menos del 12% de todos los materiales utilizados en la economía de la UE. El comercio de materias primas secundarias está aumentando tanto dentro de la UE como con terceros países. Para muchos metales especiales y elementos de tierras raras (como el litio, el galio y el neodimio), la tasa de entrada al circuito del reciclaje al final de la vida útil ronda el 1%, mientras que las tasas de reciclaje alcanzan el 16% para el níquel y el 22% para el cobalto, ambas materias primas utilizadas en las baterías.
En los últimos años, los sectores de la economía circular se han vuelto más innovadores y han crecido en términos de inversiones, valor añadido y puestos de trabajo. En la UE, las inversiones privadas en sectores económicos específicos relevantes para la economía circular ascendieron a 121.600 millones de euros en 2021, lo que equivale al 0,8% del PIB de la UE. Estos sectores emplearon a 4,3 millones de personas, un aumento del 11% en comparación con 2015, mientras que el valor añadido en la industria de la economía circular aumentó un 27% hasta alcanzar unos 299.000 millones de euros.
Las emisiones de gases de efecto invernadero de la UE procedentes de las actividades de producción disminuyeron en torno a un 25% en 2008-2021, lo que demuestra que la transición a una economía circular desempeña un papel importante para alcanzar la neutralidad climática. Sin embargo, la huella de consumo de la UE aumentó un 4% entre 2010 y 2021 y ha provocado impactos que están traspasando ciertos límites planetarios.
El comisario de Medio Ambiente, Océanos y Pesca, Virginijus Sinkevičius, ha declarado que «El aumento exponencial de la extracción de recursos es la causa fundamental de la triple crisis planetaria: el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación. La mayoría de los materiales, junto con la energía incorporada y otros recursos utilizados en su producción, se desechan con demasiada rapidez en nuestra atmósfera, agua y tierra. El marco de seguimiento revisado subraya la necesidad de acelerar la transición hacia una economía circular, que se ha ido expandiendo en términos de inversiones, valor añadido, empleo e innovación en la UE. La circularidad hace que nuestro modelo de crecimiento sea más sostenible, competitivo y resistente a los retos actuales y futuros en materia de energía y seguridad del abastecimiento».
Identificar las mejores prácticas
El seguimiento de los avances hacia una economía circular es esencial para evaluar la eficacia de las políticas y medidas de la UE e identificar las mejores prácticas para la circularidad. En 2018, la Comisión adoptó un marco de seguimiento de la UE para la economía circular con el fin de medir el progreso en la UE y sus Estados miembros, sobre la base de los datos disponibles de fuentes oficiales europeas. Incluía diez indicadores que cubrían aspectos clave de la economía circular y las prioridades del plan de acción de economía circular de 2015, abordando la producción y el consumo, la gestión de residuos, los materiales secundarios y la competitividad y la innovación.
Como se anunció en el plan de acción de economía circular de 2020, la Comisión ha revisado el marco de seguimiento para garantizar que responde a las últimas prioridades de la economía circular, teniendo más en cuenta la neutralidad climática y otras prioridades del Pacto Verde Europeo. También responde a las recomendaciones de otras instituciones y partes interesadas de la UE.