Los investigadores han demostrado que mediante esta técnica, denominada biosolarización, el cultivo del tomate presenta unas condiciones de producción y calidad similares a los tratados con fertilizantes químicos convencionales, y a la vez, un control de plagas efectivo y sostenible.
Raigrás, colza forrajera y avena como cultivos captadores de nitratos y para producir biogás
El IRTA trabaja en el proyecto europeo Futur Agrari para la gestión de las deyecciones ganaderas, ensayando diversas estrategias de fertilización y al mismo tiempo estudiando la valorización energética de estos cultivos.