La Sociedade Galega do Medio Ambiente saca a concurso público, por un importe de 5.649.078,60 euros (IVA incluido), el alquiler y mantenimiento, tanto preventivo como correctivo, de dos depuradoras de ósmosis inversa para el vertedero controlado de Areosa (Cerceda), donde se procesan los residuos urbanos que no pueden ser tratados en el complejo medioambiental por falta de capacidad.


El contrato, establecido para un período inicial de tres años, podrá ser prorrogado hasta un máximo de cuatro, contemplando igualmente una prórroga excepcional de un año. En el mismo se incluyen dos partidas económicas: un precio fijo mensual, en el que se integra, además de otros costes, el alquiler de las dos máquinas, la instalación eléctrica y conexiones, así como la puesta en marcha y desmontaje de las mismas; y un precio variable en función de los metros cúbicos depurados.

CARACTERÍSTICAS DE LAS MÁQUINAS Y SISTEMA DE DEPURACIÓN

Las dos máquinas, que sustituirán a dos de las instaladas en estos momentos, serán similares y trabajarán de forma independiente, siendo suministradas por el proveedor en contenedores a fin de permitir su movilidad y cambio de ubicación si fuese necesario.

Cada una tendrá una capacidad mínima de depuración de 180 metros cúbicos diarios de lixiviado, con un rendimiento mínimo del 65 por ciento, y una disponibilidad mínima mensual del 90 por ciento y anual del 92 por ciento.

Ambas serán controladas de forma diferenciada y automática por medio de un sistema tipo SCADA, que contará con un registro de datos histórico (caudales, presión, temperatura, …) con capacidad de almacenamiento para un período de tiempo no inferior a un año. Tanto el proceso de acondicionamiento del lixiviado como el del permeado y concentrado, se considerarán independientes, pudiendo ser registrados de forma paralela y coordinada.

Las depuradoras dispondrán de sistemas de tanques para todos los líquidos de trabajo de las unidades de lixiviado, permeado y productos químicos, así como depósito y torres de desgasificación y caudalímetros, tanto en la entrada del lixiviado como en la salida del permeado hacia el tanque correspondiente y salida de éste hacia la arqueta de control (punto de vertido a cauce, único para las dos depuradoras), donde se instalarán un pHmetro y un analizador de amonio en continuo.

Asimismo, contarán con un sistema de bombas de aspiración del lixiviado a depurar desde las balsas, que pasará por las distintas etapas de filtrado para obtener el permeado que, como no podía ser de otra forma, deberá cumplir con las condiciones de vertido (que son las indicadas en la Autorización Ambiental Integrada), siendo posteriormente almacenado en un depósito de volumen no inferior a 10 metros cúbicos, desde el cual se podrá verter a cauce público o bien ser reutilizado en el proceso de depuración como aporte de agua para las limpiezas y regeneraciones que pudieran ser necesarias.

Las depuradoras permitirán controlar en continuo, y de forma automática, pH, presiones, caudales, conductividad, niveles en tanques y temperaturas, así como todos aquellos aspectos necesarios para la obtención de datos, en tiempo real, del funcionamiento de las mismas.

Las plantas estarán equipadas con un sistema de seguridad que permitirá la autoprotección de las mismas frente a una parada intempestiva.

En todo caso, se trata de equipos de depuración que no se encuentran en el mercado como tales, fabricándose en exclusiva para las instalaciones de Sogama, conforme a las especificaciones técnicas establecidas por esta empresa pública.

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