ReMAD permite a los vecinos y vecinas de Madrid donar juguetes, muebles y otros artículos que ya no utilizan y obtener puntos para acceder a otros productos de su interés depositados en los puntos limpios.
Unos palos de golf, un triciclo, un baúl, un scalextric… Estos son algunos de los 26.709 objetos que esperan una segunda vida gracias al servicio municipal de reutilización del Ayuntamiento de Madrid, ReMAD. Una cifra que en solo un año se ha más que duplicado.
Solo en dos años se han dado para su reutilización 23.125 objetos, el 86,26 % de los depositados desde 2019, año en el que nacía este servicio gratuito. Por tipología, los objetos que más se reutilizan son juguetes (5.837), muebles (2.156) y juegos de mesa (1.937).
Y si aumentan los productos disponibles también lo hacen las personas usuarias, un 40% más desde el último año. Hasta 5.509 personas se han dado de alta en este servicio del Área de Medio Ambiente y Movilidad, 67 en el último mes.
El catálogo cuenta con tres categorías de objetos: hogar, infancia y ocio-deporte. Los juguetes son los objetos más depositados en los puntos limpios (6.735), seguidos de muebles (2.398) y libros, revistas y cómics (2.168). ¿Y cuál se demanda más? Bicicletas, muebles y juguetes son los más solicitados por los usuarios del servicio.
El funcionamiento es sencillo: son las personas usuarias las que reservan en la plataforma los objetos que figuran en catálogo y publican, a su vez, los productos que ofrecen. De este modo, una vez dados de alta, entregan los artículos que ya no utilizan en cualquiera de los 16 puntos limpios fijos de la ciudad y obtienen puntos que les permiten acceder a otros productos de su interés depositados a su vez en estos puntos limpios.
Nacido en julio de 2019, el servicio ReMAD del Ayuntamiento de Madrid fue premiado en la II Edición de los Premios a la Mejor Práctica de Economía Circular en España del Club de Excelencia en Sostenibilidad y BASF. Se presentaron 100 candidaturas y la iniciativa municipal, que fomenta el intercambio de objetos para que tengan una segunda vida, fue escogida como la mejor práctica de economía circular en la categoría de administraciones públicas en España.