En el marco de la convención mundial del reciclaje que se celebra estos días en Valencia, los expertos del sector evidenciaron la creciente tensión entre el proteccionismo comercial y la necesidad de mantener un mercado internacional abierto para los materiales reciclados.

El sector del reciclaje, alerta ante las tensiones comerciales globales
Planta de reciclaje de metales. Foto: RESIDUOS PROFESIONAL

En un momento marcado por la incertidumbre geopolítica y comercial a nivel mundial, expertos del sector del reciclaje han advertido sobre el posible establecimiento de aranceles del 10% a escala global, al tiempo que se expresan crecientes preocupaciones por las propuestas europeas para restringir la exportación de metales reciclados. Así lo pusieron de manifiesto los participantes del Consejo Internacional de Comercio (ITC), celebrado en el marco de la Convención Mundial del Reciclaje del BIR en Valencia.

El economista francés Philippe Chalmin, fundador de la consultora Cyclope, situó el contexto actual en una nueva etapa de “años veinte turbulentos” del siglo XXI. A su juicio, tras la pandemia de COVID-19, la guerra en Ucrania y el retorno de Donald Trump a la escena política internacional, el comercio global atraviesa un ciclo de tensión que podría desembocar en una normalización de aranceles del orden del 10 al 15 % según sectores. “Es un escenario considerable que afectará a toda la cadena de valor”, advirtió Chalmin.

Desde Estados Unidos, Robin Wiener, presidenta de la asociación ReMA, confirmó la incertidumbre existente también en el mercado norteamericano. Aunque el sector industrial en general no respalda los aranceles, sí existe apoya a la necesidad de fortalecer la producción nacional. «Las razones que se argumentan para los aranceles son múltiples: desde preocupaciones por China hasta los esfuerzos por la relocalización de empleos», explicó.

Limites a las exportaciones de chatarra

En Europa, la tensión gira en torno al Plan de Acción sobre el Acero y los Metales publicado por la Comisión Europea. El documento incluye menciones a una posible restricción de exportaciones de materiales reciclados para garantizar su disponibilidad local. Sin embargo, Emmanuel Katrakis, director de Asuntos Públicos y Regulatorios de Galloo y moderador del encuentro, recordó que los verdaderos desafíos del sector en Europa son los precios energéticos, no el acceso a materias primas recicladas.

“No hay una escasez objetiva de metales reciclados que justifique restricciones a la exportación”, afirmó, al tiempo que subrayó que la industria no debe ser considerada como “proveedora de chatarra”, sino como parte integral de una economía circular basada en datos y flujos de mercado reales.

Murat Bayram, director general de EMR en el Reino Unido, calificó el contexto como un “veneno en el ADN de la economía”, reflejando la inseguridad de los consumidores y la industria. En su intervención, alertó sobre el riesgo de tomar decisiones regulatorias sin considerar la falta de mercado interno para ciertos metales reciclados: “No todo el acero reciclado o los metales no férricos tienen demanda en Europa”.

Por su parte, Dhawal Shah, de Metco Ventures (India), ofreció una perspectiva desde los países en desarrollo. India, afirmó, está acelerando su crecimiento económico (6,5-7,5 % anual) y avanzando hacia la autosuficiencia, aunque aún depende de las importaciones de metales reciclados, especialmente en aluminio. “Tenemos entre 10 y 15 años antes de poder satisfacer plenamente nuestra demanda con reciclaje nacional”, explicó Shah.

La reunión del ITC evidenció la creciente tensión entre el proteccionismo comercial y la necesidad de mantener un mercado internacional abierto para los materiales reciclados. La evolución de los aranceles y las políticas de exportación marcarán el futuro inmediato del sector del reciclaje, en un escenario donde la resiliencia y la adaptación estratégica serán clave para mantener el equilibrio entre sostenibilidad, competitividad y seguridad de suministro.

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