El experto en gestión de residuos Benito Blanco expuso en una jornada las medidas a desarrollar por los ayuntamientos para mejorar las tasas de reciclado, como el autocompostaje o una fiscalidad de residuos ajustada.

Benito Blanco (Applus+) apostó por estudiar la situación y características de cada localidad para mejorar la gestión de residuos municipales
Benito Blanco, durante su intervención en la jornada organizada por Sogama

Con motivo de su participación en una jornada promovida por Sogama y celebrada el pasado mes en Pontevedra bajo el título “Galicia, en la senda de la economía circular”, el Gerente de Proyectos de Residuos en Applus+, Benito Blanco Pequeño, expuso los retos de la gestión de los residuos municipales en el marco de una economía circular.

Tras proporcionar los datos relativos a la producción de desechos urbanos en Galicia, materiales que conforman la bolsa de basura tipo y grado de selección de los mismos por parte de la población, Blanco realizó un diagnóstico de la situación actual, poniendo de relieve el alto coste que representa para los ayuntamientos la gestión y el tratamiento de los residuos, no siendo habituales en este contexto los servicios mancomunados, así como tampoco los sistemas de control de la concesiones de los servicios de recogida y limpieza.

Desde la perspectiva social, desveló que el ciudadano no percibe la problemática que entraña la gestión de los desechos debido, en muchos casos, a una implicación municipal deficitaria, así como a una comunicación poco eficaz.

Criterio “multierre”

Tras aludir a los principales objetivos del Plan Estatal Marco de Residuos (PEMAR) 2016-2022 y del Plan Gallego de Gestión de Residuos Urbanos 2010-2020, el representante de Applus recordó los retos contemplados en el nuevo Paquete Europeo de Economía Circular, y con los que se pretende facilitar el tránsito desde una economía lineal, caracterizada por la práctica de usar y tirar, a una circular y baja en carbono, en la que se utilicen eficazmente los recursos y se cierre el ciclo de vida de los productos, servicios, residuos, materiales, agua y energía.

En este contexto, advirtió que las famosas tres erres (Reducción, Reutilización y Reciclado) ya no son suficientes, emergiendo el denominado criterio “multierre”, esto es, Repensar, Rediseñar, Refabricar, Reparar, Redistribuir, Reducir, Reutilizar, Reciclar y Recuperar energéticamente la fracción no reciclable.

MEDIDAS DE MEJORA

Entre las medidas de optimización en la gestión de los residuos urbanos a implantar a nivel local, Benito Blanco hizo hincapié en la conveniencia de atender a la realidad de cada municipio y evaluar su situación, proponiendo mejoras que deriven en un mayor compromiso con la eficiencia de los servicios y el consiguiente ahorro medioambiental y de costes.

Dado que la materia orgánica representa el 40% de la composición de la basura doméstica generada, se Blanco se mostró convencido de que, a través de prácticas de autocompostaje en viviendas unifamiliares, se reduciría el peso de los desechos en los contenedores y, en consecuencia, se aminoraría la factura correspondiente a su recogida y gestión, contribuyendo al mismo tiempo a la prevención, a la promoción de la cultura ecológica y a la educación ambiental.

En conclusión, como experto en el sector, Benito Blanco apostó por que los ayuntamientos analicen la viabilidad de la implantación del sistema de recogida selectiva, que definan escenarios de intervención, que estudien el modelo de disposición y recogida, que dimensionen las necesidades y medios para el nuevo servicio, que integren la variable social como elemento de peso y que posibiliten una fiscalidad de residuos ajustada.

Con este protocolo, Blanco aseguró que se podrían llegar a triplicar las ratios de recogida selectiva y reducir en dos años la generación de basura un 15%.

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