Con una duración de dos años y el apoyo de la UE a través del programa LIFE, el proyecto EcoRaee pretende establecer las principales pautas para asegurar una preparación para la reutilización de equipos informáticos, alargando así su ciclo de vida y reduciendo su impacto ambiental.
La jerarquía europea de residuos contempla la preparación para la reutilización –esto es, la manipulación de un producto para que vuelva a servir al mismo fin para el que fue creado– como la segunda prioridad respecto a la gestión de los residuos, justo por detrás de la prevención –la adopción de medidas para evitar que se genere el residuo– y por delante del reciclaje –aprovechar los materiales para producir nuevos bienes o productos–.
Sin embargo, mientras la industria del reciclaje va abriéndose poco a poco un hueco cada vez mayor en la llamada economía circular, y el debate social se centra en los pros y contras de la valorización energética de residuos, a día de hoy, la reutilización sigue siendo la gran olvidada, prácticamente relegada al ámbito marginal de los mercados de segunda mano.
Para paliar en parte esta situación nació el proyecto EcoRaee Life+, cuyo objetivo es desarrollar metodologías que permitan potenciar la reutilización de los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE). El pasado mes de marzo tuvo lugar la 2ª Reunión del Panel de Expertos del Proyecto EcoRaee, que lidera la Universidad de Vigo junto a las empresas Revertia y Energylab. Esta segunda sesión se mantuvo de forma simultánea en Vigo y Madrid, gracias al soporte ofrecido por la red Iris de Video Conferencia.
Además de los representantes de cada una de las tres instituciones que lideran el proyecto, en este 2º Panel se contó con la participación de representantes de los sistemas integrados de gestión creados por los fabricantes de equipos para asegurar la cobertura de su responsabilidad, según establece la legislación. Así, asistió José Ramón Carbajosa, presidente del Weee Forum; Gonzalo Torralbo, de Recyclia; Teresa Mejía, de Ecolum, y Enrique Redondo, de Ecolec.
También hubo una cumplida representación de los recicladores, con Alicia García-Franco y Nicolás Molina, de la Federación Española de la Recuperación y el Reciclaje (FER), y de asociaciones medioambientalistas, como José Angel Rupérez, de Ecodes. La moderación y conducción del panel estuvo nuevamente a cargo de Alvaro Rodríguez de Sanabria, director general de Climate Reality Project Spain.
Empleo verde
La apertura del panel estuvo a cargo de José Antonio Vilán, vicerrector de Transferencia de la Universidad de Vigo, que hizo un resumen de los avances llevados a cabo en el primer año del proyecto EcoRaee Life+, entre los que destacan el diseño y construcción de un prototipo de puesto de trabajo dedicado a la preparación para la reutilización óptima de los equipos informáticos. Precisamente, la reutilización, junto con el reciclaje, se destaca en diversoso foros económicos y medioambientales como una actividad de gran relevancia en la generación del denominado “empleo verde”.
El coste de preparar una CPU, monitor, ratón y teclado para su reutilización asciende a tan sólo 11 euros
Tras la apertura, intervino Carlos Gutiérrez, mobility unit manager del Centro Tecnológico Energylab, que explicó el funcionamiento de la herramienta de monitorización de huella de carbono utilizada en el proyecto para poder establecer bajo qué condiciones la reutilización de equipos es o no es la mejor opción desde el punto de vista medioambiental. Alejandro Lajo, socio director de Revertia, hizo un análisis desde el punto de vista económico del propio proyecto, y de forma más amplia de la viabilidad económica de la actividad de preparación para la reutilización de equipos informáticos.
De la intervención de Alejandro Lajo destacó la mención que hizo a que el coste de preparar una CPU, monitor, ratón y teclado para la reutilización asciende a tan sólo 11 euros.
En representación de la FER, Nicolás Molina, responsable técnico de la misma, llevó a cabo una exposición planteando la labor que lleva a cabo el sector y las múltiples dificultades con las que se encuentra tanto desde el punto de vista técnico como económico, unido a la asimétrica estructura administrativa que en este campo tiene España, con 18 autoridades.
Así, uno de los elementos expuestos giró en torno a la transparencia en el flujo tanto de residuos como de financiación de los mismos. Se mencionó el informe enviado por Belén Ramos, directora de proyectos de Medio Ambiente de la OCU, en el que denunciaba una opacidad muy considerable en todo lo relativo a la gestión de los RAEE. Todos los presentes coincidieron en la necesidad de trabajar en conjunto tanto por parte de los gestores, los SIG de los productores y la propia administración para clarificar esta cuestión.
José Angel Rupérez pidió a los integrantes de EcoRaee para que en el año que queda de proyecto se analicen los aspectos positivos y negativos que tiene la reutilización de equipos y, sobre todo, argumentarlos.