Cada navarro produjo una media de 410 kg de residuos domésticos, de los que depositó 208 en los correspondientes contenedores de reciclaje, siendo las fracciones de envases y materia orgánica las que más crecieron.
Navarra generó en 2023 un total de 275.000 toneladas de residuos domésticos y comerciales, de los cuales el 51% fueron depositados y recogidos de forma separada, según datos dados a conocer ayer por el consejero de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, José Mari Aierdi, y el director del Servicio de Residuos, Raúl Salanueva, en la presentación del avance de resultados del ejercicio 2023 de la gestión de residuos de Navarra..
En cuanto a generación de residuos, cada persona en Navarra produjo 410 kg de media, por debajo de los 467 kg que se generan en el Estado y los 513 que se generan a nivel europeo.
Tal y como desprende el avance de resultados, en 2023 se recogieron de forma separada 139.800 toneladas, a razón de 208 kilos por habitante y año, un 5% más respecto al año anterior y un 75% más comparando con los datos del año 2010. “Se trata de un logro conseguido gracias a la colaboración ciudadana que se va adaptando progresivamente a los cambios que se van implantando con la finalidad de cumplir los objetivos legales y proteger el medio ambiente y la salud de todos”, destacó el consejero Aierdi.
Del 49% restante de residuos domésticos que son recogidos de forma mezclada y que se depositan en su mayor parte en el contenedor de fracción resto, de color verde o gris, el 50% son materia orgánica y el 30% plásticos, metales, madera y textil. “Se trata de fracciones que se deben ir desviando hacia las recogidas separadas por materiales a través de los otros contenedores”, explicó el jefe de la Sección de Residuos, Raúl Salanueva. En esa línea, el consejero Aierdi incidió en la necesidad de “reciclar eficazmente los residuos y aprovechar al máximo los recursos que se tienen para ello”.
Envases y orgánica, las fracciones que más crecen
Entre las fracciones recogidas de manera separada, las de mayor incremento han sido los envases recogidos en el contenedor amarillo (15% más por persona respecto al año anterior), y la materia orgánica recogida a través del contenedor marrón (un 10% más respecto al 2022), asociado este último al despliegue de la recogida de biorresiduos en el ámbito de la Mancomunidad de la Ribera y a la extensión del sistema de apertura de contenedores mediante tarjeta electrónica en la Comarca de Pamplona. También destaca la recogida de las fracciones papel-cartón y textil, con un 5% y 2% más por persona respectivamente, esta última como consecuencia del refuerzo en la dotación de contenedores para ropa y calzado.
Por cifras, en el contenedor amarillo se han depositado 21.053 toneladas de envases ligeros, un total de 34,1kg por persona; en el contenedor azul, papel y cartón, se han depositado 27.960 toneladas, 41,7 kilos por persona; la recogida de vidrio ha descendido un 2%, con un total de 18.163 toneladas, 27 kilos por persona. En este caso destaca que el consumo de envases de vidrio se ha visto reducido en un 4,3%, siendo Navarra la tercera comunidad, tras Islas Baleares y País Vasco, en reciclaje de vidrio, y Pamplona, la segunda ciudad a nivel nacional.
Por otro lado, en el contenedor marrón, destinado a la recogida de materia orgánica se han depositado 35.862 toneladas, 53,5 kilos por persona. Cabe remarcar que cada persona depositó un 8% más en este contenedor o a través del compostador doméstico o comunitario respecto a 2022.
Por último, la fracción resto ha alcanzado las 124.276 toneladas, 201 kilos por persona, un 8% menos, si bien destaca un elevado contenido de fracciones de residuos incorrectamente depositados: un 11% de envases de plástico, metal, madera y briks; un 6% de papel y cartón; un 4% de otros plásticos, metales, madera; un 4% de ropa, textil y calzado, y un 1% de residuos peligrosos y otros no peligrosos.
Con objeto de mejorar la recogida selectiva de residuos, el Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente ha presentado unas pautas para informar sobre la separación adecuada de residuos y lograr así que los residuos se depositen en el contenedor que corresponde.
En la Comunidad Foral, el modelo de recogida separada está basado en cinco fracciones principales de residuos: materia orgánica, envases, papel y cartón, vidrio y resto. Para aquellos residuos no incluidos en estas cinco fracciones hay establecidos otros canales de recogida. La ropa y el calzado al contenedor rosa de textil; los objetos voluminosos (muebles, colchones, aparatos eléctricos y electrónicos, enseres, etc.) a través del servicio de recogida a demanda directamente a domicilios o en los puntos limpios fijos o móviles, al igual que otros residuos considerados especiales por su naturaleza y/o peligrosidad (pilas y baterías, aceite de cocina y de motor, pinturas y disolventes, electrodomésticos, lámparas, etc.). Por último, los medicamentos y sus envases hay que entregarlos en las farmacias.
Un 8% menos al vertedero
El aumento de la recogida separada y del reciclado se ven reflejados en la cantidad de residuos que son tratados en vertedero, cifra que en el año 2023 ha tenido un descenso del 8% respecto al 2022, y que suponen el 46% de los residuos generados en el último año.
Respecto a la preparación para la reutilización y reciclado, un 54% de los residuos han sido derivados para su reutilización; suponen un 3% más que en el año 2023 y acercan a la Comunidad Foral a alcanzar el objetivo de reciclaje del 55% fijado para el año 2025.
Estos objetivos siguen las líneas marcadas en el Plan de Residuos de Navarra 2017-2027 que el Gobierno regional aprobó el pasado mes de enero y en el que se fijan las líneas estratégicas a seguir los próximos años con el fin de lograr la disminución del desperdicio alimentario, la reducción del uso de envases y plásticos de un solo uso, la reutilización de productos, la promoción de una construcción y deconstrucción más sostenibles o la prevención global de otro tipo de flujos.