El packaging evoluciona para reducir costes y mejorar la logística, pero sin perder de vista la sostenibilidad. La alta calidad de las actuales soluciones de embalaje ha aumentado su reutilización por parte de los usuarios finales.
El packaging pensado logísticamente puede aportar importantes beneficios en la cadena de suministro y también ayudar a reducir costes y tiempos de proceso. Esta evidencia, que comienza a verse como una necesidad en los sectores industriales, en la distribución y en el e-commerce, centró la jornada que la Fundación ICIL y el salón Hispack convocaron en septiembre en Barcelona. En este encuentro se presentó la experiencia de dos empresas que han conseguido revolucionar la logística de varios de sus clientes, ofertando soluciones de packaging innovadoras y a la vez sostenibles.
El director técnico de la Fundación ICIL, Jaime Mira, explicó en su introducción que la industria, el gran consumo y la distribución tienen mucho que mejorar “en la gestión integral de toda la cadena de suministro, incluyendo también los procesos de logística inversa (devoluciones de producto).
Reinventando la caja de cartón
“Tenemos el reto de educar al mercado que una caja de cartón no es un consumible más, sino un elemento clave en toda la logística”, aseguró el director general de Capsa, Manel López, quien explicó la trayectoria de la compañía barcelonesa y su fuerte apuesta por la innovación para crecer y expandirse internacionalmente. De hecho, anunció la próxima creación de una filial en Francia con sede en Toulouse.
López centró su exposición en un nuevo embalaje desarrollado por la compañía y enumeró los beneficios logísticos, comunicativos, medioambientales y de seguridad que este aporta. Se trata de una caja muy resistente, fabricada en papel kraft 100% reciclable con un sistema de doble cierre (con o sin cinta adhesiva) que facilita la preparación de pedidos, el transporte, además de su uso y reutilización como elemento de almacenaje. Permite un montaje rápido y automático que ahorra costes de manipulación, reduce el consumo de precinto y asegura mejor el contenido gracias a las solapas exteriores, las paredes reforzadas y su doble fondo.
El directivo se refirió a la satisfacción de los clientes que están utilizando la nueva caja y también al éxito que el embalaje está teniendo entre el consumidor final. “Ninguno de los usuarios ve una caja de cartón sino una solución de embalaje. Una caja de cartón se usa y se tira, pierde su funcionalidad, pero con nuestra innovación hemos notado una mayor predisposición a la reutilización, por lo tanto estamos contribuyendo a la sostenibilidad”, aseguró. En este sentido, López detalló algunos de los ámbitos de aplicación de este “básico” como son el packaging industrial, la logística interna e inversa, el e-commerce, la mudanza y el almacenaje.
Asimismo, el director general de Capsa habló del valor añadido que el uso de la caja puede proporcionar a una marca, asociándole la imagen de innovación y mejorando la percepción de los clientes.
Logística integral con un packaging isotérmico
El segundo caso de estudio fue la firma Inprous, creada en 2011 y especializada en soluciones de packaging farmacéutico y sanitario que garantizan la correcta distribución de productos refrigerados manteniendo en todo momento la trazabilidad y la cadena del frío. Laboratorios, centros veterinarios, hospitales, servicios de urgencias y oficinas de farmacia están entre sus clientes.
El director general de Inprous, Pere Vandellós, presentó el modelo de negocio de la compañía que, además de la comercialización de elementos de packaging de temperatura controlada, ofrece una gestión integral y sostenible de la logística para la recogida y entrega de compuestos, medicamentos o muestras biológicas refrigeradas.
Concretamente, Vandellós habló de uno de sus productos más innovadores, un embalaje isotérmico sostenible que asegura una temperatura constante entre 2 y 8 ºC como mínimo durante 100 horas, independientemente de la época del año y de las condiciones climáticas exteriores. Este embalaje no requiere su transporte en vehículos refrigerados, sino que puede hacerse en una flota normal –con el ahorro energético que conlleva–. Asimismo, cada caja incorpora un data logger que proporciona al cliente una gráfica de la temperatura durante todo el envío.
Junto a esta innovación, Inprous ha implementado un servicio logístico integral, gestionando todo el proceso de transporte y la logística inversa para reutilizar las cajas, garantizando la máxima calidad y fiabilidad. “Algunos de los laboratorios con los que trabajamos han reducido un 20-25% sus costes de distribución. A eso hay que sumar el ahorro en el tiempo de preparación de pedidos y que el cliente no ha de gestionar la compra de embalajes, el stock o los residuos”, explicó Vandellós.
Aunque actualmente el sector farmacéutico es el principal usuario de los servicios de la compañía barcelonesa, el director general de Inprous no descartó introducirse en otros sectores que necesiten transportan productos refrigerados. En este sentido, se refirió a un cliente que había comprado las cajas isotérmicas para el envío de atún del Mediterráneo a Japón.