La organización ambiental acoge con satisfacción la propuesta revisada como un paso importante para reducir los residuos de envases mediante el establecimiento de objetivos jurídicamente vinculantes para la reutilización y la prevención, pero espera que se aumente la ambición incrementando el nivel de los objetivos y replanteándose las posibilidades de exenciones.

RREUSE pide más peso de la reutilización en el reglamento de envases y sus residuos

El pasado 30 de noviembre, la Comisión Europea publicó su propuesta de un nuevo Reglamento sobre envases y residuos de envases como parte de su segundo Paquete de Economía Circular, con el objetivo de reducir el impacto medioambiental de los envases mediante la eliminación de su uso cuando sea innecesario, al tiempo que se hacen más reutilizables y reciclables.

La propuesta incluye un objetivo principal de prevención de residuos que exige a los Estados miembros reducir los residuos de envases per cápita en un 15 % para 2040, así como la prohibición de determinados formatos de envases, como envases de un solo uso para frutas y hortalizas, a partir de la entrada en vigor del reglamento en 2025.

La iniciativa también incluye objetivos de reutilización y rellenado para algunos tipos de envases que se han identificado como los más reutilizables. Por ejemplo, el 30% de los envases de transporte deberán ser reutilizables en 2030 y el 90% en 2040. Aunque algunos de estos objetivos podrían haber sido más ambiciosos, RREUSE acoge con satisfacción este importante paso dado por la Comisión para introducir compromisos vinculantes de reutilización como solución válida al problema de los residuos de envases.

Sin embargo, la organización para el fomento de la reutilización lamenta que las exenciones previstas no siempre estén justificadas, creando posibles lagunas si se permite a los Estados miembros introducir exenciones basadas en criterios arbitrarios como el número de empleados y la dimensión de las tiendas.

Por otro lado, el nuevo Reglamento exigirá que todos los envases sean reciclables para 2030 y establecerá objetivos de contenido reciclado para fomentar la demanda de materias primas secundarias. Estos objetivos se basan en la cantidad de materiales reciclados recuperados de los residuos plásticos postconsumo. Las tasas de responsabilidad ampliada del productor también se consideran un instrumento para alcanzar estos objetivos y se modularán en función del contenido reciclado que contengan los envases y de su grado de reciclabilidad.

RREUSE ha contribuido recientemente a un informe encargado por la Rethink Plastic Alliance sobre cómo los envases reutilizables pueden contribuir a alcanzar el objetivo de una transición justa desde una perspectiva socioeconómica. Por lo tanto, acoge con satisfacción la propuesta revisada como un paso importante para reducir los residuos de envases mediante el establecimiento de objetivos concretos jurídicamente vinculantes para la reutilización y la prevención, pero espera que los colegisladores aumenten la ambición incrementando el nivel de los objetivos y replanteándose las posibilidades de exenciones.

RREUSE también acoge con satisfacción estos avances en la legislación sobre residuos de envases a la luz de los debates políticos más amplios de la UE sobre la economía circular. Considera especialmente que el establecimiento de objetivos de reutilización y reducción en la política de residuos representa un hito importante en la evolución de la política europea de economía circular, que puede conducir a la adopción de objetivos cuantitativos basados en el peso en la Directiva marco sobre residuos. Y espera que estos avances puedan servir de precedente para el establecimiento de objetivos de preparación para la reutilización y reaprovechamiento para los residuos municipales a finales de 2025 y especialmente para algunos flujos de residuos clave como los textiles, los muebles y la electrónica.

Edoardo Bodo, responsable de Política Medioambiental de RREUSE ha explicado que «la introducción de objetivos de prevención de residuos y envases reutilizables es un paso importante en un nuevo enfoque para mantener la jerarquía de residuos con el fin de avanzar hacia una economía más circular de los envases, que esperamos en las próximas y futuras revisiones de la Directiva Marco de Residuos. Ahora, el nivel de ambición debe aumentarse para garantizar que el nuevo Reglamento contribuya realmente a reducir los residuos de envases, aprovechando el potencial de la reutilización».

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