Así lo recoge un reciente estudio de Seas at Risk, según el cual solo en España se consumen cada año 3.500 millones de botellas de plástico y 1.500 millones de tazas de café desechables.

Alertan de la gran cantidad de residuos plásticos que llegan a las playas de Europa
En Europa se consumen anualmente 46.000 botellas de plástico. Foto: RESIDUOS PROFESIONAL

La organización ambientalista Seas At Risk acaba de lanzar un nuevo estudio que presenta algunos datos abrumadores sobre la cantidad de plásticos de un solo uso con la que conviven los ciudadanos europeos. El estudio, titulado «Single-use plastic and the marine environment», ofrece algunos datos que nos permiten hacernos una idea de la magnitud del problema de los residuos plásticos. Así, calcula que en los 28 estados miembros de la Unión Europea se consumen anualmente:

  • 46.000 millones de botellas de bebida
  • 16.000 millones de tazas de café desechables
  • 580.000 millones de colillas
  • 2.500 millones de envases desechables
  • 36.400 millones de pajitas o cañas

En el caso de España, las cifras son las siguientes:

  • 3.500 millones de botellas de bebida
  • 1.500 millones de tazas de café desechables
  • 50.000 millones de colillas
  • 207 millones de envases desechables
  • 5.000 millones de pajitas o cañas

Este tipo de productos de un solo uso representan una media del 51% de todos los residuos que llegan a las playas en Europa, además de suponer un inmenso desperdicio de recursos.

El informe también analiza algunas soluciones para este problema y destaca diversas iniciativas pioneras que ya se han puesto en práctica para reducir la generación de residuos plásticos. Estas buenas prácticas incluyen el sistema de depósito de envases de bebida en Noruega, iniciativas municipales como la de Copenhague que promueven el consumo de agua del grifo y de las fuentes públicas, las tazas de café reutilizables que se usan en Friburgo (Alemania), las prohibiciones municipales al plástico desechable en eventos públicos en Munich y la prohibición del uso de vajillas de plástico desechable en Francia.

Para los responsables del estudio la solución más fácil y efectiva sería que la Directiva Europea sobre bolsas de plástico se extienda a otro tipo de productos de un solo uso. Esto obligaría a los estados miembros a reducir el número de estos artículos para alcanzar un objetivo per cápita, lo que podría lograrse a través de una prohibición total o mediante la adición de una pequeña cantidad económica al producto.

El estudio destaca que estas medidas han resultado exitosas para conseguir, por ejemplo, reducir en un 80% el uso de bolsas de plástico en Escocia.

La Comisión Europea está desarrollando actualmente una Estrategia sobre los Plásticos en el marco de una Economía Circular, lo que significa una oportunidad única para reducir la cantidad masiva de envases innecesarios de plástico de un solo uso que contaminan nuestros océanos.

Según Emma Priestland, responsable de basura marina de Seas At Risk, «hasta ahora no teníamos una idea exacta del consumo real de plástico de un solo uso. Los números son asombrosos. No es de extrañar que, en promedio, el 50% de la basura que se encuentra en las playas sea plástico de un solo uso. La Unión Europea y los gobiernos nacionales pueden y deben emprender acciones legales inmediatamente para reducir el uso de plástico de un solo uso y este estudio nos señala algunas soluciones muy viables».

Para Lydia Chaparro, Ecóloga marina de la Fundación ENT y miembro de la coalición Seas At Risk, “la contaminación marina es una grave amenaza para nuestros mares, especialmente en un mar cerrado como el Mediterráneo. Tal como señala el informe, se deben tomar medidas inmediatas para reducir esta contaminación desde su origen. De no ser así, las afectaciones sobre la biodiversidad y el conjunto de los ecosistemas marinos -ya muy debilitados por la sobrepesca y el cambio climático-, podrían ser irreversibles”.

Por su parte, Miquel Roset, director de Retorna, miembro también de Seas At Risk, añade «el Mediterráneo es un tesoro y una de las mejores maneras de cuidarlo es evitando que cada día millones de latas, botellas y otros plásticos acaben en el fondo del mar. Recuperando el hábito de devolver estas latas y botellas a la tienda lograremos vivir rodeados de un mar más limpio y más cuidado».

En este sentido, Escocia y Malta han anunciado recientemente su intención de implantar un sistema de depósito y retorno de envases (SDDR) que ayude a frenar esta contaminación masiva de plástico; «y en España, las regiones mediterráneas de Baleares, Comunidad Valenciana y Catalunya están trabajando para adoptar la misma medida en breve y proteger sus playas y fondos marinos», añade Ana Gutiérrez, directora de Relaciones Institucionales de Retorna, entidad que promueve el SDDR en nuestro país.

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