Zabalgarbi ha sido la primera planta de valorización energética de Europa que recibe la calificación HPR (Highly Protected Risk), un reconocimiento que ensalza la mitigación y minimización de los riesgos inherentes a la industria.

Mikel Huizi defiende el cometido ambiental de Zabalgarbi

En una entrevista concedida a Sogama, el director general de la planta de valorización energética de Zabalgarbi, Mikel Huizi Leiza, no duda al describir la principal función de una instalación creada por y para Bizkaia. “Nuestro compromiso es ser parte activa de una Bizkaia más moderna, más limpia, más ecológica y más sostenible”, explica.

La economía circular guía la política corporativa de una entidad caracterizada por altos estándares de eficiencia y que logra impregnar de valor a lo aparentemente inservible. Prueba de ello es que cada año logra transformar 225.000 toneladas de residuos no reciclables en energía. Huizi lo ejemplifica de forma meridiana: “Producimos cada año la electricidad equivalente al consumo del metro de Bilbao durante 7 años y lo hacemos utilizando desechos no reciclables que, de otra forma, acabarían su vida útil en vertedero y que hubiesen generado un 175% más de emisiones de gases de efecto invernadero”.

Pero su estrategia empresarial va más allá de la protección ambiental, toda vez que su preocupación también se centra en impulsar un modelo de desarrollo que aglutine, de forma equilibrada y armónica, el cuidado del entorno, el crecimiento económico, la cohesión social y la promoción cultural

PRIMERA PLANTA EN CONSEGUIR LA CERTIFICACIÓN HPR

Huizi se muestra orgulloso de que Zabalgarbi haya sido la primera planta de valorización energética de Europa que recibe la calificación HPR (Highly Protected Risk), un reconocimiento realizado por la mutua norteamericana Factory Mutual Global, y vinculado al ámbito asegurador, que ensalza la mitigación y minimización de los riesgos inherentes a la industria, poniendo en valor la gestión excelente que, en este ámbito, lleva a cabo la planta vasca.

La aseguradora norteamericana, tal y como explicó el director general de Zabalgarbi, premió, tras un exhaustivo análisis y estudio que dio comienzo en el año 2010, el buen hacer de la instalación desde la gestión ambiental, la prevención de riesgos, así como el cuidado óptimo y extraordinario estado de conservación de sus instalaciones.

BILBAO, SEDE DEL PRÓXIMO CONGRESO DE CEWEP

En este contexto, no es de extrañar que Zabalgarbi, a través de la Asociación de Empresas de Valorización Energética (AEVERSU), fuese designada por la CEWEP (Confederación Europea de Plantas de Valorización Energética) para colaborar en la organización del próximo congreso que esta entidad celebrará en el Estado español, y que tendrá lugar en Bilbao los días 20 y 21 del próximo mes de septiembre.

Een esta cita internacional participarán más de 200 profesionales y expertos europeos en la gestión sostenible de los residuos, además de representantes de la Comisión Europea. No obstante, Huizi se muestra convencido de que será un gran éxito que quiere compartir con el resto de las plantas que conforman la Asociación Española de Empresas de Valorización Energética, a la que pertenece Zabalgarbi y otras 10 instalaciones más.

Respecto al papel que desempeña la valorización energética en el modelo de desarrollo definido por la economía circular, se muestra taxativo: “Se trata de respetar la normativa europea, que dice que la función de la valorización energética es precisamente convertir en energía la fracción de residuos que no se puede reutilizar ni reciclar”. Y aquí es donde entran en juego las modernas plantas de valorización energética, que operan de forma segura, eficiente e innovadora.

Es por ello que pide coherencia a la futura Estrategia Española de Economía Circular porque cada año se entierran en España 13 millones de toneladas de residuos, circunstancia que, además de un negativo impacto ambiental, hipoteca el bienestar y calidad de vida de las futuras generaciones. Apela a la prudencia y reflexión, ya que el planteamiento debe pasar por evaluar si resulta más eficaz utilizar un recurso que contiene energía o enterrar la energía contenida en el mismo.

En este escenario, Mikel Huizi no tiene dudas al afirmar que la valorización energética de los residuos no reciclables “es la verdadera energía de la economía circular”.

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