A través de un acuerdo con la empresa de reciclaje TSR, pretende acceder a flujos de materiales que, de otro modo, se desviarían a otros sectores y productos de menor valor añadido.
A través de un acuerdo con la compañía alemana de reciclaje TSR Recycling, la firma automovilística Mercedes-Benz pretende avanzar sustancialmente en su estrategia de circularidad en relación con los vehículos al final de su vida útil, a través de la recuperación de materiales secundarios mediante la denominada «minería urbana».
Con este proyecto piloto, Mercedes-Benz espera obtener un conocimiento más profundo del potencial de los materiales postconsumo en Europa, centrándose en el acero, el aluminio, los polímeros, el cobre y el vidrio. Juntas, las dos empresas planean analizar la demanda y la fuente de materiales secundarios y llevar a cabo una evaluación comercial. De este modo, la firma de automoción busca avanzar en el establecimiento de un verdadero enfoque de circuito cerrado para los vehículos al final de su vida útil.
«Con nuestro enfoque “Design for Circularity” consideramos la economía circular desde el principio. El objetivo es desvincular el consumo de recursos primarios del crecimiento manteniendo el mayor número posible de materias primas en el ciclo. Esperamos reducir así el uso de recursos primarios en nuestra nueva flota de vehículos en un 40% para 2030 en comparación con un enfoque convencional», explica Markus Schäfer, miembro del Consejo de Administración de Mercedes-Benz Group AG y Director de Tecnología, Desarrollo y Compras.
«Junto con nuestros socios, estamos trabajando para aumentar la proporción de materias primas secundarias en nuestros vehículos y seguir mejorando la eficiencia de los procesos. Vemos un gran potencial en la minería urbana como una forma rentable de conservar recursos valiosos a través de la economía circular», añade
Ambas compañía pretenden así desarrollar actividades que permitan acceder a flujos de materiales que, de otro modo, se exportarían a otros sectores y países. El objetivo es evitar el llamado downcycling, por el que los materiales reciclados sufren una pérdida de calidad.
Un ejemplo es la cooperación prevista con TSR y otro proveedor de primer nivel de aluminio reciclado. Este material, el primero de su clase, tiene un contenido del 86% de aluminio reciclado postconsumo y reduce las emisiones de CO₂ en un 73%. Las primeras pruebas de prensado de piezas prototipo han sido un éxito y Mercedes-Benz espera ponerlo en producción en serie lo antes posible.
Esta iniciativa se enmarca en el objetivo de la compañía automovilística de conseguir que para 2039 la flota de turismos nuevos sea neutra en carbono a lo largo de todo el ciclo de vida de los vehículos.