La inestabilidad del marco regulatorio y el ajuste de las retribuciones han provocado en los últimos años la paralización de nuevas inversiones en instalaciones de generación de electricidad a partir de biomasa.

Según un informe especial de la consultora DBK, tras registrar un fuerte crecimiento entre 2008 y 2011, la inestabilidad del marco regulatorio y el ajuste de las retribuciones provocaron a partir de entonces la ralentización de las inversiones en nuevas instalaciones de generación de electricidad a partir de biomasa.

De este modo, el número de plantas de producción eléctrica a partir de biomasa operativas en España se situaba en 203 en marzo de 2014, sólo dos más que las registradas a finales del ejercicio 2012. Esta evolución contrasta con la seguida entre 2008 y 2012, período en que se pusieron en funcionamiento cien nuevas instalaciones.

La potencia instalada conjunta de estas plantas se situaba en 863 MW, 24 MW más que en diciembre 2012. El 25% de la potencia instalada correspondía a plantas alimentadas con biogás (incluyendo todas sus procedencias), el 19% a instalaciones de residuos de la industria agroforestal agrícola, el 16% a las de residuos forestales y otro 14% a las de residuos de la industria papelera.

Las ventas de energía eléctrica producida a partir de biomasa ascendieron a 4.619 GWh en 2013, lo que supuso un aumento del 10,1% respecto a 2012, frente al 11,9% de crecimiento registrado en el año anterior.

De este modo, la participación de la generación de energía en este tipo de instalaciones se situó en el 5,9% sobre las ventas de energías renovables y en el 1,7% sobre las ventas totales de electricidad.

El valor de las ventas de energía eléctrica producida a partir de biomasa se situó en 579 millones de euros, con un incremento del 5,7% respecto a 2012, crecimiento muy inferior al registrado en años anteriores. Cabe destacar que en 2013 se produjo una caída en el precio medio de retribución de la energía eléctrica a partir de biomasa.

Las nuevas normativas sobre energías renovables aprobadas recientemente, que contemplan limitaciones en las primas y la rentabilidad de las instalaciones, suponen una importante barrera para el crecimiento del sector en los próximos años.

Entre las principales empresas que operan en el sector figuran filiales de medio ambiente o energía de grupos constructores, así como algunas de las principales compañías energéticas. Junto a ellas operan empresas de diferentes sectores ligados con la producción de biomasa, como los de la madera, el papel, el aceite o la producción de vinos y alcoholes.

Los cinco primeros operadores por potencia instalada, considerando la suma de las potencias de las plantas en las que participan, reúnen conjuntamente el 51% de la potencia total, porcentaje que se sitúa en el 69% al considerar los diez primeros.

Fuente:
DBK

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