La sesión de la División de Metales Férricos celebrada durante la Convención Mundial de Reciclaje del BIR lanzó un mensaje general claro: la IA está transformando la gestión de residuos metálicos, consolidándose como una herramienta al alcance de toda la industria, grande o pequeña.

La Inteligencia Artificial se consolida en el reciclaje de metales
La inteligencia artificial está transformando la gestión de residuos metálicos

La inteligencia artificial (IA) se consolida como una herramienta estratégica para las empresas dedicadas al reciclaje de metales, sin importar su tamaño. Así lo destacó la sesión de la División de Metales Férricos celebrada durante la Convención Mundial de Reciclaje del BIR (Bureau of International Recycling), celebrada en Bangkok (Tailandia) del 27 al 28 de octubre. El encuentro dejó claro que la IA ya no es patrimonio exclusivo de las grandes compañías, sino un recurso accesible y rentable también para las pymes del sector.

El presidente de la División, Shane Mellor, director general de Mellor Metals (Reino Unido), abrió la sesión señalando que “la IA se está convirtiendo rápidamente en una herramienta esencial para los recicladores”. Con tono optimista, bromeó diciendo que “los robots impulsados por IA pronto se quejarán también de los precios de las materias primas”.

Mellor subrayó que estas tecnologías pueden detectar peligros como las baterías de ion-litio antes de que provoquen daños, mejorar la eficiencia operativa, elevar los estándares de seguridad y apoyar las estrategias de economía circular. “Los recicladores de acero no esperamos a que nos digan qué hacer, innovamos, nos adaptamos y lideramos”, afirmó.

De la inteligencia de materiales a la eficiencia operativa

El primer ponente invitado, Raghav Mecheri, fundador y director ejecutivo de la empresa estadounidense Visia, explicó cómo su compañía combina IA y tecnología de rayos X para desarrollar lo que denomina material intelligence o inteligencia de materiales.

En su opinión, el gran reto es “la volatilidad del flujo de entrada de materiales, la imprevisibilidad de lo que llega a los depósitos, que complica la operación diaria”. Mecheri destacó el riesgo que representan las baterías ocultas, causantes de incendios cada vez más frecuentes. Su sistema permite identificar hasta 65 tipos distintos de baterías, determinando su química y nivel de riesgo.

Mediante sensores y algoritmos de inteligencia artificial, Visia alcanza una precisión del 97 % en la detección de baterías, ayudando a prevenir incidentes graves.

Rentabilidad y accesibilidad: la IA al alcance de todos

El segundo ponente, Sean Davidson, fundador de Jules AI (Canadá), calificó la combinación de IA, sensores y robótica como “la mayor ganancia comercial medible” para el sector. Según afirmó, el retorno de la inversión (ROI) suele alcanzarse en 12 a 24 meses gracias a la automatización, la gestión de riesgos y la inteligencia de mercado.

Empresas como AMP Robotics, Zen Robotics, Tomra Sorting o Steinert ya aplican estas tecnologías con resultados tangibles. Davidson mencionó el caso de una planta totalmente autónoma de Danieli en Canadá, capaz de clasificar materiales de manera automática y realizar movimientos mecánicos complejos, como el volteo y la inclinación de contenedores.

Durante el debate posterior, surgió la preocupación de que los costes pudieran excluir a los operadores más pequeños. Sin embargo, tanto Davidson como Ben László, responsable de reciclaje en Kuusakoski Recycling (Finlandia), coincidieron en que existen modelos de financiación flexibles, como leasing, pago por uso o asociaciones con los proveedores tecnológicos. “Los proveedores buscan socios comprometidos; las pymes tienen un nicho que pueden aprovechar”, remarcó László.

Seguridad y control de radiación

El moderador de la sesión, George Adams, CEO de SA Recycling (EE.UU.), planteó inquietudes sobre la seguridad radiológica de los sistemas de rayos X. Mecheri aclaró que las emisiones se mantienen dentro de los límites normativos y que los equipos se diseñan para evitar la exposición de los trabajadores. Los sistemas pueden penetrar hasta 150 mm de acero y escanear contenedores completos, utilizando blindajes de plomo y verificaciones con contadores Geiger antes de su puesta en marcha.

László también compartió la experiencia de Kuusakoski, que utiliza cámaras inteligentes con autoaprendizaje para expulsar de forma automática las baterías detectadas hacia contenedores con arena, evitando explosiones. “El sistema aprende de cada error y permite la intervención humana para ajustar la programación. Es una verdadera interacción hombre-máquina”, explicó.

La sesión concluyó con una actualización estadística de Rolf Willeke, asesor de la División de Metales Férricos del BIR, quien presentó el informe World Steel Recycling in Figures, la referencia mundial del sector.

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