Musapindira Mlambo.

Environment Africa.

La revolución tecnológica y la globalización ha contribuido a aumentar los vínculos transfronterizos y la conectividad, pero se ha iniciado un nuevo y peligroso problema medioambiental en forma de residuos electrónicos. Se trata de aparatos como televisores, refrigeradores, impresoras, teléfonos móviles, ordenadores, microondas, etc., que al completar su ciclo de vida deben ser eliminados.

El peligro ambiental aparece cuando estos dispositivos se manejan, transportan y eliminan de forma inadecuada, pues contienen metales pesados tóxicos como plomo, mercurio y cadmio, que contaminan el suelo y las aguas subterráneas.

Según el manual sobre residuos electrónicos del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), la tasa de penetración de dispositivos electrónicos en los países en desarrollo ha crecido exponencialmente, , en un intento por reducir la brecha digital ha habido un aumento en la importación de bienes de segunda mano electrónicos a África. Un ejemplo lo tenemos en Zimbabue, que ha experimentado un aumento en la demanda de productos electrónicos baratos procedentes de países como China; pero algunos de estos dispositivos han terminado como chatarra.

Estos residuos electrónicos necesitan un manejo adecuado, especialmente al final de su ciclo de vida, ya que contienen sustancias peligrosas que tienen el potencial de dañar el medio ambiente y la salud humana. Por ejemplo, un ordenador puede contener toxinas tales como mercurio y metales pesados que dañan el sistema nervioso, el cerebro, causan cáncer y defectos de nacimiento.

Sin embargo, los países en desarrollo han empleado un enfoque lineal en la gestión de residuos electrónicos, mediante el esquema “de la cuna a la tumba” (cradle-to-grave), enfoque que significa que cuando los materiales han llegado al final de su vida útil, son depositados sin tratamiento alguno. Por lo tanto existe la necesidad de un cambio de paradigma enorme y el empleo del enfoque “de la cuna a la cuna” (cradle-to-cradle ), que redirige los recursos al ciclo de producción.

La gestión de RAEE en Zimbabue

La falta de política y legislación sobre residuos electrónicos en Zimbabue también se ha visto reflejada en el manejo inadecuado y la ausencia de recuperación de residuos electrónicos. La Ley de Gestión Ambiental prohíbe la descarga de sustancias peligrosas en el medio ambiente, pero no hay ninguna legislación específica de regulación de residuos electrónicos.

Zimbabue firmó el Convenio de Basilea de 1989 y la Convención de Bamako de 1994, que prohibe el movimiento transfronterizo de residuos peligrosos, pero como muchos países en desarrollo los tratados no han sido apoyados por las legislaciones nacionales.

Existe la necesidad de introducir el concepto de responsabilidad ampliada del productor, que obliga a los fabricantes a rastrear los ciclos de vida de sus productos e implementar un sistema de devolución que permita reciclar los aparatos electrónicos en desuso.

Según el director ejecutivo de las Naciones Unidas para Medio Ambiente (PNUMA), Achim Steiner, hay una necesidad de cerrar el flujo de materiales transformando los residuos en recursos. En Zimbabue, hay pocas empresas que reciclan residuos electrónicos pero es muy común el reciclaje informal y la reparación de los aparatos, iniciativas que deben promoverse.

De hecho, existe la necesidad de introducir el concepto de responsabilidad ampliada del productor, que obliga a los fabricantes a rastrear los ciclos de vida de sus productos e implementar un sistema de devolución que permita reciclar los aparatos electrónicos en desuso.

Para que esto suceda, sin embargo, las empresas de productos electrónicos deben reforzarse y existe la necesidad de que el Gobierno y el sector privado jueguen un papel fundamental para garantizar que estas compañías operan eficientemente y son capaces de reciclar sus productos al final de su ciclo de vida.

La negligencia en materia de residuos electrónicos también es un reto en Zimbabue. Muchas personas piensan que los dispositivos electrónicos no pueden contaminar el medio ambiente ya que psicológicamente creen que estos artículos simplemente no se desechan. Sin embargo, cuando se han agotado todos los esfuerzos de recuperación, estos dispositivos han sido abandonados obviando los peligros que suponen para el medio ambiente.

A tal efecto, existe la necesidad de fortalecer la industria de reciclaje en Zimbabue para que todos los materiales útiles de estos dispositivos puedan ser reutilizados. Los residuos electrónicos también requieren de un manejo adecuado a la hora de desmontar sus piezas, ya que pueden liberarse sustancias peligrosas durante el proceso. La falta de trabajos de investigación y conocimiento científico en el país sobre residuos electrónicos también ha repercutido en la actuación del Gobierno a la hora de abordar los problemas de los residuos electrónicos. Así, es necesario aumentar la conciencia ambiental y la educación en materia de gestión de residuos electrónicos. Las organizaciones medioambientales y los grupos ecologistas también deben encabezar esa labor de concienciación.

Responsabilidad colectiva

Organizaciones como Environment Africa han estado promoviendo el concepto “de la cuna a la cuna” de reciclar y reutilizar; tales esfuerzos son loables, pero hay necesidad de una responsabilidad colectiva en la lucha contra el problema de los residuos electrónicos. Las instituciones de enseñanza superior también deben ayudar a difundir información sobre RAEE a través de la investigación. Zimbabue como un país debería despertar a la realidad de que los residuos electrónicos suponen un desafío y empezar a actuar sobre él.

Es necesario disponer de un marco legislativo independiente sobre residuos electrónicos para el país. Esto ayudaría a garantizar su adecuado manejo y eliminación. También es encomiable la labor que la Agencia de Gestión Medioambiental (EMA) ha estado haciendo en este sentido a través de su directora general, Mutsa Chasi, con la redacción de un borrador de documento o estrategia para el manejo y eliminación de residuos electrónicos.

Es imprescindible hacer hincapié en que la buena gestión de residuos electrónicos requiere enfoques holísticos, y el mundo globalizado también debe servir para ayudar a los países en desarrollo en el manejo de RAEE.

Esta estrategia debe ser adecuadamente reforzada para que todos los actores implicados tengan el conocimiento sobre cómo manejar los residuos electrónicos y emplear el esquema “de la cuna a la cuna”. Es imprescindible hacer hincapié en que la buena gestión de residuos electrónicos requiere enfoques holísticos, y el mundo globalizado también debe servir para ayudar a los países en desarrollo en el manejo de RAEE. Es necesario que las mejores prácticas y estándares a nivel global luego sean compatibles con los estándares regionales y locales.

Es responsabilidad de todos asegurar el correcto manejo y recuperación de residuos electrónicos. Las personas deben reciclar sus aparatos electrónicos viejos o incluso donarlos cuando ya no se usen, de forma que sus partes puedan reintroducirse al ciclo productivo. Debe introducirse un sistema de devolución en la cadena que va desde su producción hasta su eliminación. También son necesarias más asociaciones público-privadas para garantizar unos adecuados planes de gestión de residuos electrónicos para el país.

El reciclaje de residuos electrónicos no sólo mejorará la salud ambiental, sino que también creará oportunidades de trabajo. Con las altas tasas de desempleo de Zimbabue, el fortalecimiento de las iniciativas de reciclaje de RAEE mejoraría la situación de muchas personas y elevaría su nivel de vida.

Como acertadamente señaló el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, desechar productos electrónicos de consumo crea riesgos ambientales y de salud y representa una oportunidad perdida para recuperar recursos valiosos”; por tanto, ya es hora de que se adopte un enfoque colectivo sobre residuos electrónicos y aceptar su realidad si se pretende alcanzar algún progreso ambiental significativo en el país.

Fuente:
www.kubatana.net (cc)
Foto de portada:
nicolasnova en Flickr (cc)

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