La generación ‘silver’ es la más comprometida con el reciclaje de envases en España, según un estudio de Kantar para Ecoembes, en el que también se recoge que 8 de cada 10 hogares cuenta con al menos un espacio para separar sus residuos.

La mayoría cree que reciclar es útil
Los mayores de 50 son los más comprometidos con el reciclaje, según el estudio

Hoy, 17 de mayo, se celebra el Día Mundial del Reciclaje, una fecha para poner en valor este hábito ambiental que no ha dejado de extenderse entre la población española desde que en los años 80 del pasado siglo aparecieron en España los primeros contenedores para la recogida separada de vidrio, a los que poco después siguieron los de papel y cartón y los de envases domésticos.

El último estudio de Kantar para Ecoembes revela que 8 de cada 10 hogares afirma tener más de un espacio para clasificar sus residuos y uno de ellos siempre está destinado a los envases de plástico, latas y briks del contenedor amarillo; por tanto, se consideran hogares recicladores. Además, el estudio pone de manifiesto que, quienes tuvieron que incorporar el hábito del reciclaje ya de adultos siguen demostrando ser los más comprometidos con el reciclaje: el 61,9% de estos hogares recicladores están formados por personas de la denominada generación ‘silver’ (mayores de 50 años).

En cuanto a su composición, los hogares recicladores suelen estar habitados por dos o menos personas. Y respecto al tipo de población en la que se ubican, el estudio concluye que la mayoría de ellos (44,6%) están en municipios de más de 100.000 habitantes.

Reciclar vale la pena

El 89% de los hogares recicladores lo tiene claro: considera que el reciclaje es útil, que vale la pena porque cada envase reciclado se puede transformar en un nuevo objeto. Ciertamente, el gesto cotidiano de reciclar da inicio al viaje hacia la circularidad de los materiales. Al separar en casa y depositarlos en los contenedores amarillos (para envases de plástico, madera, metal o briks) o en los contenedores azules (para envases de papel o cartón), permiten que estos lleguen a las empresas recicladoras que los convierten en materia prima con la que fabricar nuevos objetos, como botellas de plástico, mobiliario, textiles o tuberías, entre otros.

La culpa también actúa como agente movilizador para muchos, ya que un 75% afirma sentirse culpable si no recicla. A otros les mueve su férreo compromiso con el medioambiente, que intentan inculcar a los demás: el 65,5% anima a reciclar a quienes todavía no lo hacen en su hogar. Y se traslada también a las decisiones de consumo de los hogares españoles que reciclan: el 64,3% intenta comprar productos que no dañen el medioambiente y un 45,4% pagaría más por este tipo de productos.

Residuos que generan dudas

Cada hogar reciclador tiene de media 3,4 cubos destinados a separar residuos, situándose el amarillo (al que se tiran envases de plástico, madera, metal y briks) como segundo espacio más frecuente en los hogares españoles para el reciclaje, solo por detrás del cubo de restos.

Sin embargo, y a pesar de que el 80,2% de los hogares españoles se consideran recicladores, solo un 37,7% piensa que la mayoría de las personas reciclan los envases en el contenedor amarillo. Una «desconfianza» hacia los hábitos del «vecino» que los datos de este estudio demuestran que es infundada.

Lo que sí es cierto es que, aunque el reciclaje sea un hábito muy extendido en los hogares españoles, todavía hay aspectos que mejorar. De hecho, del 80,2% de hogares recicladores que hay en España, todavía un 19,5% admite no hacerlo correctamente siempre. Esto se ve reflejado en los datos de residuos erróneos o impropios que llegan a los diferentes contenedores. En el caso del contenedor amarillo, el 31,9% de los residuos que se depositaron en el año 2023 en estos contenedores no eran envases.

Y es que, tal y como manifiestan los propios hogares recicladores, todavía hay residuos que les generan dudas a la hora de deshacerse de ellos. Es el caso, por ejemplo, de las bandejas o envoltorios de aluminio, las de poliestireno expandido (conocido popularmente como corcho blanco), los aerosoles y los juguetes de plástico. Los tres primeros deben ir al contenedor amarillo, mientras que los juguetes de plástico, si no se les puede dar otra vida, deben ir al contenedor de restos.

“Desde Ecoembes hemos educado a dos generaciones, desde que iniciamos nuestra actividad hace más de 25 años en España, en el hábito de reciclar”, indica Nieves Rey, directora de Comunicación y Marketing de Ecoembes. “Hoy en día, el reciclaje es la práctica ambiental más consolidada entre la ciudadanía española pero somos conscientes de que con la “R” del reciclaje, sola, no basta. Desde Ecoembes queremos trabajar por un futuro sin residuos y eso pasa por impulsar la reducción, la reutilización y luchar contra el abandono de basuraleza además, por supuesto, de seguir reciclando más y mejor”.

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