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Investigadores de la UCO han extraído pasta de celulosa a partir de restos de berenjena, pimiento y tomate que se puede incorporar en el proceso de fabricación de envases y cartones.

Obtienen envases compostables a partir de residuos hortofrutícolas
Tres ejemplos de bandejas de pasta de celulosa y pino obtenidas en diferentes proporciones. Foto: UCO

Todos los años, los invernaderos retiran una cantidad elevada de residuos hortofrutícolas de tipo leñoso una vez finaliza la temporada de cosecha. Bajo la idea de aprovecharlos, un equipo de investigación del Departamento de Química Inorgánica e Ingeniería Química de la Universidad de Córdoba ha logrado extraer de forma eficaz pasta de celulosa a partir de restos de berenjena, pimiento y tomate que puede ser utilizada en el proceso de fabricación de envases y cartones.

El investigador principal del proyecto, Alejandro Rodríguez, expone que el germen de este proyecto surge de un interés común que tuvieron algunas empresas almerienses con respecto al aprovechamiento de estos residuos. “La aplicación que nosotros ofrecimos era hacer pasta de celulosa a partir de esos desechos que pudiera ser incorporada en la fabricación de cartones para cajas y bandejas, donde ellos embalasen la mercancía y enviasen sus productos”, añade.

Se trata de un proyecto de transferencia financiado por la Junta de Andalucía dentro del Plan Andaluz de Investigación, Desarrollo e Innovación (PAIDI 2020). A nivel de laboratorio han llevado a cabo ensayos para ver si la pasta de celulosa que se obtenía a partir de los residuos hortofrutícolas era susceptible de ser utilizada en la fabricación de cartones.

“Lo que este proyecto nos facilitó, al ser de transferencia, es que tenía un componente de prueba de concepto, por lo que permitió la contratación de una empresa que se dedica a hacer envases por termoformado a escala piloto, Packbenefit, para ver qué podíamos obtener de esa pasta de celulosa y si era viable”, explica el investigador.

Tras varias pruebas, el resultado ha sido satisfactorio, obteniendo un rendimiento del proceso en torno al 60%. Posteriormente, se ha logrado crear bandejas con un 20%, 40% y 60% de pasta mecánica de hortícolas más un 80%, 60% y 40% de pasta mecánica de pino, respectivamente.

Un ejemplo sería el molde de la bandeja modelo QUETZAL, cuadrada, de 180 milímetros de ancho y 36 mm de alto, con un volumen de 665 mililitros de capacidad. Dichas bandejas, al ser de origen vegetal ya que están basadas en celulosa, se presenta como una solución integral en el sector del packaging sostenible para alimentos. Además, las bandejas desarrolladas se caracterizan por ser aptas para hornos, microondas y congeladores, y ser 100% compostables. Gracias a este proyecto, el grupo de investigación ha solicitado la patente para la elaboración de este tipo de producto.

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