Las nuevas normas se aplican a todos los operadores económicos que gestionan instalaciones en la UE que manipulan cinco toneladas o más de pellets de plástico al año.
Las nuevas normas de la UE para prevenir la contaminación por microplásticos procedentes de pellets de plástico entraron en vigor ayer, 16 de diciembre. Las nuevas normas pretenden contribuir a garantizar una competencia leal en todo el mercado único, fomentará la innovación y las inversiones en prácticas más limpias y apoyar la transición de Europa hacia una economía sostenible.
Los pellets de plástico, materia prima fundamental para la mayoría de los productos plásticos, son una fuente importante de contaminación por microplásticos. Una vez liberados, estos gránulos permanecen en el medio ambiente, resisten la biodegradación y se dispersan por los suelos, los ríos y los océanos, lo que supone un grave riesgo para los ecosistemas y, potencialmente, para la salud humana.
Las nuevas normas se aplican a todos los operadores económicos que gestionan instalaciones en la UE que manipulan cinco toneladas o más de pellets de plástico al año. Esto incluye a los fabricantes, recicladores, transformadores, almacenistas y otros manipuladores. También se aplican a todos los transportistas que transportan pellets dentro de la UE, así como a los agentes que participan en el transporte marítimo.
Los operadores deben evitar, contener y limpiar cualquier derrame o pérdida, así como establecer y aplicar planes de gestión de riesgos adaptados a la naturaleza y el tamaño de sus instalaciones. Los transportistas no están obligados a elaborar planes de gestión de riesgos, pero deben cumplir las obligaciones establecidas en el Reglamento.
Las grandes y medianas empresas que manipulen más de 1.500 toneladas de pellets de plástico al año deben obtener un certificado de conformidad o un permiso. A las pequeñas empresas y microempresas se les aplican requisitos de cumplimiento más sencillos.
Antes del 17 de diciembre de 2026, la Comisión elaborará material de sensibilización y formación para apoyar la aplicación del Reglamento y solicitará a las organizaciones europeas de normalización que preparen normas armonizadas para estimar las cantidades de pérdidas.








