La organización europea de entidades de reutilización RREUSE aplaude la idea de que se obligue a los productores de textiles a apoyar financieramente las actividades de reutilización de la economía social.

RREUSE, satisfecho con la propuesta de la CE sobre residuos textiles
Contenedores de reutilización. Foto: RESIDUOS PROFESIONAL

La organización europea de entidades de reutilización RREUSE ha acogido con satisfacción la propuesta de la Comisión Europea para la revisión de la Directiva Marco de Residuos como un hito importante en el reconocimiento del papel fundamental de las empresas sociales activas en la reutilización. El texto publicado por la Comisión Europea el pasado 5 de julio reconoce a estas empresas sociales como actores clave para la transición circular del sector textil.

RREUSE celebra especialmente que el sistema de Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP) propuesto para el sector textil tenga en cuenta el papel de los agentes de la economía social, obligando a los productores a apoyar financieramente las actividades de reutilización de las empresas sociales, desde la recogida de textiles hasta el tratamiento de residuos. También fomenta la colaboración con la economía social, incluso en la recogida selectiva de textiles.

Por otro lado, la entidad lamenta que el texto carezca de orientaciones sobre cómo participarán las empresas sociales en la gobernanza de los sistemas de RAP. También echa en falta disposiciones sobre el uso de cláusulas sociales o reservas de mercado en la contratación pública de servicios de gestión de residuos para los agentes de la economía social -como ya existen en España-, a pesar de que se trata de una de las medidas más eficaces para liberar el potencial de la economía social.

Un avance positivo es que el aumento de la disponibilidad de ropa de segunda mano se identifica como un objetivo clave de la legislación. Se trata de un paso importante para garantizar que la recogida selectiva de textiles se lleve a cabo de acuerdo con la jerarquía de residuos. Sin embargo, la falta de objetivos cuantitativos separados para la prevención, la reutilización y la preparación para la reutilización es una gran oportunidad perdida, según RREUSE, que considera que la inclusión de estos objetivos proporcionaría a los Estados miembros los incentivos normativos necesarios para acelerar el crecimiento del mercado de textiles de segunda mano.

La introducción de la clasificación obligatoria para evitar la exportación de residuos textiles disfrazados de ropa reutilizable fuera de la UE es otro paso bien recibido, ya que ayudará a contrarrestar los envíos ilegales y el dumping en el Sur Global. No obstante, RREUSE espera que la aplicación de estas obligaciones no suponga una carga administrativa excesiva para las empresas sociales.

Por último, permitir que los operadores de reutilización determinen cuándo los residuos textiles recogidos dejan legalmente de ser residuos -después de haber sido sometidos a una preparación para la reutilización, como limpieza y reparaciones- proporcionará una seguridad jurídica muy necesaria para las empresas sociales activas en este ámbito.

Edoardo Bodo, responsable de Política Medioambiental de RREUSE afirma que «la revisión propuesta de la Directiva Marco de Residuos refleja tanto el papel histórico de las empresas sociales como su potencial para crear un futuro más sostenible e integrador para el textil en Europa. Este podría ser un momento decisivo para el sector que RREUSE representa. Pedimos a los colegisladores que mantengan los avances positivos esbozados en la propuesta y que refuercen aún más el texto para liberar todo el potencial de la economía social».

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