El programa de compostaje doméstico enmarcado en el convenio de colaboración formalizado en su momento entre el presidente de la Diputación de Ourense, Manuel Baltar, y el presidente de Sogama, Luis Lamas, ya se encuentra a pleno rendimiento en los últimos 9 concellos de la provincia que han decidido implantarlo de la mano de la institución provincial, toda vez que tienen delegado en ésta el servicio de recogida y gestión de residuos.

El pasado mes de septiembre se realizó la segunda visita de seguimiento a los compostadores instalados en las viviendas participantes, concluyendo el buen uso de los mismos. A través de diversas encuestas se recabaron una serie de datos de interés para esta iniciativa, constatando, por ejemplo, que en los recipientes se depositan mayoritariamente desperdicios de comida varias veces a la semana, y en menor medida restos verdes (césped de fincas), siendo esporádica la introducción en los mismos de material seco.

La mayoría de los compostadores presentaban una temperatura ambiente, superando en muy pocos casos los 45ºC, circunstancia que se debe en buena medida a la falta de aireación a través del necesario volteo cada vez que se depositan residuos en los mismos. Por lo demás, el modus operandi está resultando correcto, con lo cual se esperan unos resultados satisfactorios y, por tanto, encaminados hacia el ahorro ambiental y económico, que en todo caso es el principal objetivo de esta iniciativa.

Y es que el autocompostaje, una práctica tradicional en la Galicia rural, se está reactivando en la búsqueda de una forma más ecológica de tratar la materia orgánica en los hogares, toda vez que, a través de este proceso, se convierte en un abono natural con excelentes propiedades fertilizantes para el suelo, aportándole nutrientes y contribuyendo a su mayor calidad.

Dado que en la composición media de la bolsa de basura, los desechos orgánicos representan el 40 por ciento, el reciclaje en las propias viviendas evitará también su depósito en los contenedores convencionales, posibilitando que los concellos reduzcan la frecuencia de recogida de los mismos, minimicen las emisiones de CO2 y, por supuesto, aminoren las cantidades de basura entregadas a Sogama, disminuyendo el importe de la factura que deben pagar a esta empresa pública.

Tampoco deben olvidarse sus ventajas sociales, ya que con este sistema se evitan los continuos desplazamientos a los contenedores, por lo general bastante alejados de las casas en el ámbito rural.
Además de supervisar la técnica, con estas visitas puerta a puerta se pretende resolver todas las dudas que puedan plantear los usuarios, corregir posibles errores, explicar el proceso con más detalle y, por supuesto, animar al vecindario a seguir con una labor rentable desde todos los puntos de vista.

Foto portada: Flickr normanack (CC)

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