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Un nuevo estudio de la organización ambiental calcula que casi la mitad del volumen de los residuos presentes en la fracción resto y gestionados por los ayuntamientos con cargo a las arcas municipales son envases ligeros.

Greenpeace denuncia el coste público de la gestión de los residuos de envases
Envases en un contenedor de fracción resto. Foto: RESIDUOS PROFESIONAL

Un nuevo estudio realizado por la ONG Rethinking, el Observatorio de Residuos y Greenpeace estima en 1.700 millones de euros anuales el coste que los ayuntamientos españoles tienen que soportar por la gestión de los residuos de envases que no se depositan en los contenedores amarillos y azules.

Este nuevo estudio guarda cierta relación con otro que publicó el mes pasado la fundación holandesa Changing Markets, y que estimaba en hasta 744 millones el coste de limpiar ciudades y pueblos de estos residuos. No obstante, el informe de Changing Markets se centraba en los envases que eran abandonados en la vía pública o en espacios naturales, mientras que el que ha presentado ahora Greenpeace pone el foco especialmente en los que terminan en los contenedores de fracción resto, y que por tanto quedan fuera del circuito de reciclaje financiado por Ecoembes, siendo gestionados directamente por los ayuntamientos.

Según el nuevo estudio, los costes totales de gestión de residuos municipales en España alcanzan los 3.540 millones de euros, de los que más del 66% (2.350 millones de euros) corresponden a la gestión de la fracción resto, el habitual contenedor gris. Y si nos centramos en este contenedor, casi la mitad del volumen de los residuos (el 47%) contenidos en él corresponde a envases ligeros, cuyos costes de gestión superarían los 1.100 millones de euros. Unos costes que recaen sobre los municipios, ya que los sistemas de gestión como Ecoembes financian lo que se recoge a través de los contenedores de reciclaje, no lo de la fracción resto, de la que deben hacerse cargo los ayuntamientos.

Respecto a los envases de papel y cartón, según el estudio suponen también un volumen importante de la fracción resto, lo que implica unos costes de gestión de casi 600 millones de euros.

Por contra, los envases de vidrio tienen una presencia mucho menor en los contenedores de resto (apenas un 2% del volumen), y unos costes no repercutidos a Ecovidrio de 21 millones de euros (un 0,9% del coste total).

La suma de todos estos costes, y principalmente los relativos a los envases ligeros, da como resultado esos 1.700 millones de euros que los ayuntamientos estarían asumiendo en beneficio de Ecoembes, una media de 36 euros anuales por habitante.

Por ello, la organización ambientalista ha vuelto a reclamar la implantación de un sistema de depósito, devolución y retorno (SDDR) que permita mejorar las cifras de reciclaje de envases, a la vez que ha pedido a Ecoembes que se responsabilice «del 100% de los envases, y no solo de los que le interesen».

Ecoembes, por su parte, si bien no ha emitido una valoración oficial respecto al estudio de Greenpeace, si lo ha calificado en twitter como «información falsa», y ha asegurado que «los ciudadanos no pagan con sus impuestos el reciclaje de los envases», sino que las empresas, a través del punto verde «sufragan a los ayuntamientos el coste de reciclar los envases recuperados de los contenedores amarillos y azules». Y ha añadido que «el sistema también recupera envases que han sido depositados incorrectamente en los contenedores de resto», si bien reconoce que se trata de «un trabajo mucho más complejo».

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One Response to “Greenpeace estima en 1.700 millones de euros el coste para los ayuntamientos de gestionar los residuos de envases que no se depositan en los contenedores amarillos”

  1. Amparo Alonso Pérez, Responder

    «La suma de todos estos costes, y principalmente los relativos a los envases ligeros, da como resultado esos 1.700 millones de euros que los ayuntamientos estarían asumiendo en beneficio de Ecoembes, una media de 36 euros anuales por habitante»
    Esta afirmación no es totalmente correcta. La fracción de envases ligeros y papel y cartón que la ciudadanía no deposita en los contenedores de separación selectiva (a lo que Greenpeace y sus informes incitan en cierta medida) son trasladados a las plantas de transferencia en los contenedores generales o de restos (este sería el gasto que asumirían los Ayuntamientos, ya que se ocupan dichos contenedores con residuos inapropiados). Una vez allí, las empresas que gestionan dichas plantas (Ejemplo:FCC) recuperan el 80% de los residuos correspondientes a envases ligeros. Estas empresas los venden por su cuenta en las subastas de materiales a las empresas recicladoras. Por tanto dar mensajes de que el sistema de recogida selectiva en contenedores en calle no funciona y que lo único que hace es enriquecer a Ecoembes y Ecovidrio, lo que está favoreciendo es que la ciudadanía no colabore en la correcta separación de los residuos y en enriquecimiento de empresas como FCC.

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