Esta semana arranca el Proyecto LIFE BIOSEVILLE, que desarrollará un nuevo biocombustible a partir del aceite de fritura recuperado en la propia ciudad andaluza.

El Proyecto BIOSEVILLE convertirá el aceite de fritura en biocombustible
El proyecto pretende convertir el aceite generado en los ogares sevillanos en un nuevo biocombustible. Foto: LFchirps en Flickr (cc)

El objetivo general del proyecto es desarrollar un sistema integrado y sostenible de valorización de aceites de fritura generados en la ciudad de Sevilla mediante la producción de un nuevo biocombustible, formado por esteres metílicos y esteres de glicerina, más competitivo y eficiente.

Para demostrar la viabilidad del nuevo biocombustible, se construirá una planta prototipo, constituida por un módulo de producción de esteres metílicos que se instalará en terrenos de BIOPROCESS, y otro módulo de esteres de glicerina que se instalará en CARTIF.

De esta manera, se recuperará un residuo (aceite de fritura) como recurso energético en forma de un nuevo biocombustible basado en mezclas de esteres de glicerina y esteres metílicos. Este biocombustible se usará en la flota de autobuses urbanos de Sevilla, comprobando después las mejoras obtenidas en su proceso de combustión mediante la medida de las emisiones en banco motor y en condiciones reales.

Como complemento a este trabajo, se establecerá un programa que incentive la recogida de aceite de fritura por parte de los ciudadanos y se difundirán los resultados obtenidos entre plataformas tecnológicas de energías renovables y biocombustibles, empresas de producción de biodiésel, empresas de transporte de pasajeros y mercancías, asociaciones de agricultores, ayuntamientos, investigadores y público en general.

El proyecto, cofinanciado por la UE a través del Programa LIFE 2013, tiene un presupuesto total de 1,5 millones de euros y reúne en su consorcio a CTAER (Centro Tecnológico Avanzado de Energías Renovables), CARTIF, la Universidad de Sevilla, CIEMAT (Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas) y la empresa Biodiesel Processor.

La duración prevista de los trabajos es de 3 años, que arrancan esta semana con la reunión de lanzamiento celebrada en Sevilla y acogida por el coordinador (CTAER).

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